A todos nos ha pasado alguna vez. Estamos
en el puerto deportivo
cenando en nuestro yate cuando vienen
de pronto las gaviotas con sus picos
cualquiera y nos roban –o al menos
nos lo ensucian– nuestro jamón ibérico.
Es una auténtica
molestia, pesadilla, y no se nos permite
usar siquiera la escopeta.
Alguna vez
nos ha pasado a todos, nos informa
el simpático presentador de las noticias,
mientras yo recojo el plato de la cena
y le voy pasando, ya con sueño,
mi particular fregona a la cocina.
Conrado Santamaría. Tanteos.
Imagen: Bo Bartlett. Duex Ex Machina, 2020.

¡Qué molestos son los pobres
ResponderEliminarcuando aprenden,
(de nosotros),
a robar!
Juan José, pero ¡si en este sistema no hay pobres! Somos todos clase media!! Salud!
EliminarEl tamaño y lujo de los yates aumentaba
ResponderEliminarde manera directamente proporcional al hambre
que se propagaba, cual sucia mancha de aceite,
más allá de los blindados puntos de atraque (y atracos).
Querida Moderación, deja de ser mojigata: ¿no te dan ganas de prender fuego a ese mundo?
Salud!
creo que lo que me apetece es inmilarme
EliminarPues "inmilate".
EliminarModeración querida, cuántas ignominias se han sufrido en tu nombre! Tiempo es ya. Salud, Juan!
EliminarNada de inmolarse. Que no puedan con nosotras. Salud!
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