A Carmen
la fueron a buscar a la Plaza del Sur
como quien busca
un nombre o un piojo
y la encontraron
con sus manos pringadas de manteca.
La fueron a buscar
como quien busca
una piedra dorada.
La tarde se llenó de peces.
“Tu hijo no volverá”,
dijeron los militares:
“se quedó en el Monte de los Pinos”.
Rompió a llorar
y se limpió las manos.
No sabía escribir.
Dijeron: “¡Firma!”
Frotó su pulgar con el mandil.
Le dieron un papel,
un puñado de letras
y una bandera.
Puso su huella como una lápida.
Carmen Nozal. Poesía reunida 1991-2021. Ediciones Mastodonte, 2021.
Imagen: Amalia García Fuertes. León, 2024.