miércoles, 27 de febrero de 2013

Círculo perfecto


De los arrozales del sudeste asiático,
de las maquilas centroamericanas,
de las fuentes de Coltam en el África Central inexistente,
va destilando un pigmento líquido,
espeso como la sangre de los muertos,
blanco como el hambre en los ojos de los niños,
abundante, 

que se torna en un lixiviado verde como un dólar
y luego se coagula en forma de mansión con piscina en Santa Mónica,
en colección de cuadros al norte de los Dolomitas,
en barco suntuoso con diamantes en el golfo de Miami
y que por fin deja de fluir y se concreta, casi definitivo,
en un misil con napalm que regresa al arrozal,
en una tanqueta al servicio de los nuevos Mont o los Somoza,
en esta noche,
en suministro de fusil de asalto estratégicamente repartido entre las tribus. 



Bernardo Santos. Con el paso cambiado (nuevamente). Ed. Baile del Sol. 2013
Imagen: Sebastiâo Salgado

domingo, 24 de febrero de 2013

Éxitos del Magisterio


El Magisterio está alcanzando resultados brillantes
mientras la vida discurre con normalidad: 

ha hecho que todo el mundo se recicle de algo
ha sacado a las monjas de sus conventos
ha producido atascos en calles secundarias
ha establecido ciertos contactos furtivos
ha casado a más de una maestra entrada en años
ha fomentado la paciencia en el resto de la ciudadanía
ha propiciado estados de histeria colectiva
ha ensayado continuamente nuevos métodos
ha avivado el amor por la naturaleza
ha provocado incendios forestales
ha aumentado la venta de desodorantes
ha dado colocación a miles de sicólogos
ha enriquecido a los dueños de bares y cafeterías
ha indignado a la gente de derechas
ha logrado la dispersión del voto de la izquierda
ha puesto en entredicho nuestra virilidad
ha envilecido el idioma
ha sublimado el uso de las lenguas
ha hundido las canciones de protesta
ha vuelto compartido el vicio solitario
ha restado competitividad a los competentes
ha promocionado subnormales
ha difundido las palabras más viles
ha iniciado en el rock a los viejitos
ha asumido la estupidez nacional en todos sus niveles
ha despertado grandes esperanzas
ha introducido la desavenencia en las familias
ha removido todas las cuestiones. 

Los alumnos siguen llegando a clase puntualmente
y la vida discurre con normalidad. 



José Agustín Goytisolo. Poesía completa. Lumen, 2009
Imagen: David Teniers. Monos en la escuela, (circa 1660).

Lo siento, hermano mío


Lo siento, hermano mío.
Los grilletes apresan mis manos
y las rejas rodean mi lecho. 

Lo siento, hermano mío,
no puedo ayudar al anciano ni a la viuda ni al niño. 

No tomes la muerte de un hombre como una derrota.
La única vergüenza es traicionar los ideales
y no saber mantener las creencias. 



Othman Abdul Rahim Mohammad. En Poemas desde Guantánamo. Ediciones Península, 2008.
Traducción: Ana Mata Buil
Imagen: Fernando Botero. Abu Ghraib

miércoles, 20 de febrero de 2013

Encerrados en un solo juguete


Qué inútil la indiferencia de las ramas en el incendio del pasto.
Qué inútil cercar la nada con abalorios
como diques contra el océano.
Qué inútil el hielo derretido de lo nuevo
en los cuerpos sin calor de la mañana. 

Qué inútil el enemigo cualquiera,
el enemigo dentro.
Las secretas injurias
que caen en la sima mullida de todos los gritos.

Qué inútil la delación, la ausencia de piedad.

Qué inútil sobrevivir encerrados
entre la impotencia y la indiferencia
y llorar.


David Franco Monthiel. Libro de la servidumbre. Germanía, 2011.
Imagen: George Tooker. Voice I.

lunes, 18 de febrero de 2013

De un libro de lectura para habitantes de ciudades


3

No queremos abandonar tu casa
no queremos destrozar el hogar.
Queremos poner la olla sobre el hogar.
Casa, hogar y olla pueden quedar.
Tú serás el que desaparezca como el humo en el cielo
al que nadie querrá retener. 

Si quieres apoyarte en nosotros, deberemos irnos
si tu mujer llora, afirmaremos el sombrero sobre la cara,
pero si vienen a buscarte, te señalaremos
y diremos: tiene que haber sido él. 

No sabemos qué vendrá, y no tenemos nada mejor
pero a ti no te queremos más.
Hasta que no te hayas ido
bajaremos las cortinas, para que no haya mañana. 

Las ciudades pueden transformarse
pero tú no puedes.
Estamos dispuestos a convencer a las piedras
pero a ti te mataremos.
Tú no tienes que vivir.
Por muchas mentiras que nos hagan tragar:
no puede ser que hayas existido. 

(Así hablamos con nuestros padres) 



Bertolt Brecht. 80 poemas y canciones. Adriana Hidalgo Editora, 2011.Traducción: Jorge Hacker
Imagen: Vladimir Lyubarov.

sábado, 16 de febrero de 2013

La lucha por la libertad

Llegaron de nuevo con sus libros sus canciones y sus banderas
se convirtieron en oleadas de luz
marcharon sobre la oscuridad.
De nuevo se adueñaron de las calles.
                        El mártir caído en Beyazit
                        se sacudió y se levantó de la sepultura
                        en su mano como un sol llevaba su herida
                        y destruyó la cueva de Shahmeran.

Hoy aún no es el día, que no doblen y guarden las banderas.
Escuchad, lo que se oye es el aullido de los chacales.
Muchachos, renovad las filas
la lucha es contra el fascismo, la lucha es por la libertad.



Nâzim Hikmet. Poemas finales. Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2008.
Traducción: Fernando García Burillo y Çagla Soykan
Imagen: Nilgun Akyol. Shahmaran con la madre del Guernica.


martes, 12 de febrero de 2013

¡Da la alarma!


Para Ullrich Sonnemann 

Da la alarma
Reúne a tus amigos
no
cuando las hienas aúllan
no
cuando el chacal te acecha
o
los perros domésticos ladran
no
cuando el buey bajo el yugo
da un mal paso
o la mula tropieza en la noria
Da la alarma
Reúne a tus amigos
cuando los conejos enseñan los dientes
y revelan su sed de sangre
Cuando los gorriones vuelan en picado
y atacan
Da la alarma 


Heinrich Böll. Poemas. PPP Ediciones, 1987
Imagen: Robert Capa, 1937

lunes, 11 de febrero de 2013

Plaza de Oriente


Los partidarios del asesinato
encalan con pus
el crepúsculo 

cárdenos cardenales
ofician en la frontera
al borde del abismo de plata
fría como la soledad
geográfica 

y el mundo gira
y las estrellas ruedan
y los años luz son luminosos 

los partidarios del asesinato
dividen el tiempo en toques de queda 

el tiempo de silencio es nuestro acantilado
más allá la Historia
aquí
las mantecadas de Astorga
y el beso en la nuca.


Manuel Vázquez Montalbán. Memoria y deseo. Seix Barral, 1986
Imagen: Carlos Pérez Siquier.

domingo, 10 de febrero de 2013

Endecha


¡Ay, tierra mía!, antes tan rica,

no alientas nada, nada ya crías,

salvo miseria, muerte y ceniza.


Ahora tú eres dos chimeneas,

dos rotas torres, que ya no humean

y un cementerio que a nadie espera.


La lluvia oxida campos desiertos,

casas vacías, calles sin ecos,

el agua espesa de un río muerto.


¡Ay, tierra mía!, antes tan rica,

ahora tan pobre, por tu codicia.

De ti me alejo dando noticia.

Conrado Santamaría. Cancionero de escombros con hoguera. Trabuco, 2014.
Imagen: George Yoshitake, 1950.

viernes, 8 de febrero de 2013

Mester de servidumbre


Por carecer de flechas,
Los mendigos
Arrojaban
A los nobles
Sus propias heridas.
Pero había
Una raza de pordioseros
Más mísera aún:
Robaba heridas ajenas
Y las vendía
En la plaza del mercado.
Con tan burdas armas
Los pobres cruzaron
La noche medieval. 

Para María Matilde 




Juan Manuel Roca. Biblia de pobres. Visor, 2009
Imagen: Pieter Brueghel. Los mendigos.

jueves, 7 de febrero de 2013

No perdamos el tiempo



Si el mar es infinito y tiene redes,

si su música sale de la ola,

si el alba es roja y el ocaso verde,

si la selva es lujuria y la luna caricia,

si la rosa se abre y perfuma la casa,

si la niña se ríe y perfuma la vida,

si el amor va y me besa y me deja temblando.

¿Qué importancia tiene todo esto,

mientras haya en mi barrio una mesa sin patas,

un niño sin zapatos o un contable tosiendo,

un banquete de cáscaras,

un concierto de perros,

una ópera de sarna?

Debemos inquietarnos por curar las simientes,

por vendar corazones y escribir el poema

que a todos nos contagie.

Y crear esa frase que abrace todo el mundo;

los poetas debiéramos arrancar las espadas,

inventar más colores y escribir padrenuestros.

Ir dejando las risas en la boca del túnel,

y no decir lo íntimo, sino cantar al corro;

no cantar a la luna, no cantar a la novia,

no escribir unas décimas, no fabricar sonetos.

Debemos, pues sabemos, gritar al poderoso,

gritar eso que digo, que hay bastantes viviendo

debajo de las latas con lo puesto y aullando,

y madres que a sus hijos no peinan a diario,

y padres que madrugan y no van al teatro.

Adornar al humilde poniéndole en el hombro nuestro verso;

cantar al que no canta y ayudarle es lo sano. 

Asediar usureros y con rara paciencia convencerles sin asco.

Trillar en la labranza, bajar a alguna mina; 

ser buzo una semana, visitar los asilos,

las cárceles, las ruinas; jugar con los párvulos,

danzar en las leproserías.

Poetas, no perdamos el tiempo, trabajemos,

que al corazón le llega poca sangre. 





Gloria Fuertes. Antología y poemas del suburbio, 1954.

Imagen: Käthe Kollwitz. Solidaridad,1933.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Una de esas caras cuyos años



Una de esas caras cuyos años

han ido concretándose en arrugas,

y la oreja cae de arriba, lóbulo

prodigiosamente largo, abierto

en extrañas curvas de nivel.

Vestía un traje oscuro

con corbata, la gabardina

elegante del sesenta, los negros

zapatos cuidados.

Compraba cuatro litros de vino

en envases de plástico al vacío.

Le ayudaba la cajera

a meterlos en la bolsa.

Era vino blanco. 




Miguel Casado. La mujer automática. Cátedra, 1996

Imagen: Lee Jeffries. Homeless.