miércoles, 23 de noviembre de 2016

En aquellos años



En aquellos años, dirán las gentes, perdimos el rastro 

del significado de nosotros, de ustedes 

hasta encontrarnos 

reducidos a yo 

y todo ese asunto se tornó 

estúpido, irónico, terrible: 

intentábamos vivir una vida personal 

y, cierto, aquella fue la única vida 

de la que podíamos dar testimonio


Pero los grandes pájaros oscuros de la historia gritaron 

y se sumergieron 

en nuestro clima personal 

Fueron decapitados en alguna otra parte pero sus picos y alas 

se movieron 

a lo largo de la costa, a través de los jirones de niebla 

donde permanecíamos, diciendo yo.




Adrienne Rich. Oscuros campos de la República. Norma, 2000. Traducción: Jorge Yglesia.

Imagen: Jakub Schikaneder. El último viaje, 1890.

3 comentarios:

  1. Yo creía que el yo-yo era un juego de habilidad y concentración divertidísimo, y no el aburrido yoyo de nuestro ombligo.

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  2. Yo creía que el yo-yo era un juego de habilidad y concentración divertidísimo, y no el aburrido yoyo de nuestro ombligo.

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  3. El yoyo de nuestro ombligo, aburrido no sé, pero sí muy, muy peligroso.

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