Enhebrando las agujas del reloj
los pobres ven pasar el tiempo
sin parpadear siquiera.
Ellos suspiran
cuando intentan acertar el hilo de la historia
en el imperceptible agujero de la justicia.
Cae una estrella
y un hombre la carga en hombros
mientras un niño agoniza
en el cajón de la basura
que proviene del congreso nacional.
Una lágrima rueda
por el costado de un continente,
tiembla la tierra,
dios se tapa el rostro para no morir de hastío.
Se aproxima la lluvia,
se oye su rugir
¿dónde acamparemos esta noche?
Anacleto Soriano Alemán. Los muertos de ayer en las fronteras de ahora. Chaco de la Pitoreta, 2019.
Imagen: Fabio Bucciarelli
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