miércoles, 17 de febrero de 2016

Todos conocían la verdad, susurrada a flor de oído,



Todos conocían la verdad, susurrada a flor de oído,

                                                    pero nadie se atrevió

a nombrarla.

Vivimos el engaño con ingenuidad y la revelación con ira,

pesadumbre, resignación o cinismo.

Seguimos desnudos, al alcance de la sabiduría.




Joan Masip. En Palabras de barricada. Una recopilación de anarcoversos. Coord. Fernando Barbero. Queimada, 2015.

Imagen: George Tooker. Bañistas, 1950.

1 comentario:

  1. La verdad no necesita ser nombrada. Somos nosotros los naúfragos cuando abandonamos ese precipicio que no perdona a los hipócritas.

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