jueves, 18 de agosto de 2016

Balada de Patricia Heras



Patricia Heras nació el año que ejecutaron a

Puig Antich

y en que Patty Hearts, secuestrada por el

Ejército Simbiótico

de Liberación, apareció con un rifle de asalto

atracando un banco.

Patricia Heras nació en Madrid cuando Serrat

Cantaba

Para la libertad de Miguel Hernández y

España vivía todavía

bajo la bota del franquismo. Todo esto marca

en la historia

de una persona tan sensible como Patricia

Heras, soñadora,

poeta, bloguera, chica viajera, lesbiana,

autolítica, mitómana,

heroína de cómics tipo Xena, la princesa

guerrera

Patricia Heras amante de la estética de la

cantante norteamericana

Cindy Lauper, de la espiritualidad sexual

queer, de los documentales

amateurs y de los vídeos estilo Soy

moderna, vivo en Barna

Patricia Heras vino a vivir a Barcelona en

agosto del 2005:

“Una ciudad que me permitía olvidar lo

vivido que me hizo daño,

una ciudad por descubrir, donde volver a

empezar, con el cariño

de mi amiga esperándome. Una ciudad que

me volvería loca,

que me haría aún más daño y me perdería

del todo.”

Patricia Heras, la Patri poeta muerta, difunta,

suicida, festiva,

porno-terrorista, íntima, romántica, gótica,

ninfómana, lésbica,

influenciada por las locas visiones de Blake,

la nihilista,

las pastillas, la marihuana, el baile, el amor,

las flores marchitas.

Una noche loca de fiesta, la bicicleta, la

ventana, el sueño, el vacío,

los cuentos de ciencia ficción, la realidad,

Kafka, el café con leche

y las tostadas de las mañanas, el estudio de

catalán, las amazonas,

la literatura, la psicología, el trabajo precario,

las amigas, el sexo.

La absurda detención en el Hospital del Mar,

los guardias, los mossos,

la comisaría, el interrogatorio, el calabozo, el

juzgado, la cárcel…

Justificaciones delante del juez, de la

funcionaria de prisiones,

de la asistencia social, de la psiquiatra: -No

soy okupa, no soy punky

y no soy una desarraigada…

Patricia Heras se convierte en una de las

jóvenes protagonistas del Caso 4F,

ocurrido a raíz de una fiesta en un centro

Okupa de Barcelona,

tras el intento de desalojo por parte de la

Guardia Urbana

y de la batalla campal posterior donde un

guardia resulta herido muy grave.

Patricia Heras es detenida horas más tarde

cuando acude al Hospital del Mar

acompañando a un amigo que ha tenido un

accidente de bicicleta,

sospechosos de juventud y nocturnidad se

los llevan por sus aspectos diferentes,

estética okupa –dijo un guardia–. A partir de

entonces el martirio físico,

psíquico, trágico de los detenidos: “Abuso de

poder, agresiones físicas

y mentales, mentiras, detenciones ilegales,

malos tratos, estado policial…,

me parece increíble que pueda formar parte

de esta broma asesina

porque mi aspecto en este planeta ¡¡¡NO ES

NORMAL!!!”

La ensoñación, la nostalgia de su infancia, los

recuerdos de juventud,

el tiempo vivido en Atenas con una Diana

Cazadora, sus sueños sucios,

su espiritualidad poética, sus metáforas,

suicidas, el juicio, la condena,

la cárcel, el tercer grado, la calle, la nada…

La presión sobre su vida,

el colapso, el cansancio, el estrés: “atacada,

asustada, me siento extraña coño!!!”

Patricia Heras ve en todas partes la cárcel, un

mal sueño, una pesadilla

de la que no puede escapar: “Todo forma

parte del mismo estructural plan represor

base de subliminal y directa inducción: El

control del ser humano”.

Patricia Heras no pudo aguantar esa presión

y el 26 de abril de 2011

como una mariposa se fue volando por la

ventana en busca de libertad.

Unos días antes había escrito en su diario:

“Todo acaba en uno mismo. Recuerdos,

vivencias, traumas, iluminaciones. Lo que

esté alrededor acaba también. Todo muere.

El ser, su recuerdo y con el tiempo todo. Ya

eres libre. Si no lo sientes así es porque

tú mismo no te dejas serlo. Ke tormento

señorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr.”

Patricia Heras, poeta, dejó escrito: “A la

sombra se cobija el amo

y señor de esta ciudad muerta.”




Ferran Aisa. Sin bandera. Calumnia, 2016.

2 comentarios:

  1. La locura de Patricia nos volvió cuerdos
    su muerte no fue una muerte cualquiera
    porqué dejó una voz
    brillando sobre lo podrido.

    ResponderEliminar
  2. ..."brillando sobre lo podrido", queda dicho. Salud

    ResponderEliminar