viernes, 3 de marzo de 2017

Puertas al campo



¡Venga! ¡Venga!

¡Puertas al campo!

¡Que no quede ni una área,

ni un palmo

sin encerrar en un muro!

¡Puertas al campo!

¡A edificar sobre los ríos,

todos los ríos subterráneos,

a talar todos los árboles,

puertas al bosque, edificios

sobre las raíces de los viejos álamos!

¡Qué es eso del campo!

¡Qué significan las llanuras,

las huertas y las tierras vírgenes!

¡Puertas al campo!

Cubrir de cemento los trigales y los tomatales

y puertas y más puertas,

construcciones y dragados,

pasillos y triturados.

¡Puertas al campo!

¡Puertas al campo!

Cubrir todos los espacios,

los ríos caudalosos y risueños:

llenarlos de oficinas y archivos,

cubrir todos los sueños.

¡Puertas al campo!

Porque en ellos es en donde crecen

las plantas más salvajes.

¡Hay que anegar los sueños!

¡Puertas a los sueños y a los campos!

¡Panópticos! ¡Panópticos!

Esto gritaban sus emisarios.

Esto se oía

entre risas de los sueños y de los campos…





Jesús Lizano. El ingenioso libertario Lizanote de la Acracia o la conquista de la inocencia. Virus editorial, 2009.

Imagen: Michael Kenna

2 comentarios:

  1. Al leerlo, puedo escuchar su voz, ver sus gestos, contemplar su inocente mirada... a nuestro querido Lizano, en fin, cual Popocatépetl juguetón, pero indignado.

    Salud

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  2. Indignado y espléndido y capitán de sí mismo. Inolvidable!

    Salud

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