sábado, 2 de mayo de 2020

Para el expediente


Las nubes y las estrellas no libraron esta guerra

los arroyos no informaron a nadie

si las montañas arrojaron piedras de fuego al río

fue sin tomar partido

la gota de agua que se balanceaba levemente bajo la hoja

no tenía opinión política


y si aquí o allí una casa

se inundó de aguas residuales

o envenenó a los que allí vivían

con lentas humaredas, durante años

las casas no estuvieron en guerra

ni los edificios tapiados


quisieron negar cobijo

a las ancianas sin techo o a los niños vagabundos

no siguieron la política de hacerlos errar

o morir, no, las ciudades no fueron el problema

los puentes no eran partidistas

las autopistas ardieron, pero no con odio


Incluso los kilómetros de alambrada

tendida que oprimía los barracones temporales

diseñados para mantener a los indeseables

a distancia segura, fuera de la vista

incluso los tablones que tuvieron que absorber

año tras año, tantos sonidos humanos


tanta profundidad de vómito, lágrimas

sangre que calaba lentamente

no se ofrecieron a esto

Los árboles no se prestaron a que los cortaran en tablones

ni las espinas a desgarrar carne

Mira a tu alrededor


y pregunta de quién es la firma

impresa en las órdenes, trazada

en la esquina de los planos de construcción

Pregunta dónde estaban los analfabetos, las mujeres

barrigonas, los borrachos y los locos,

aquéllos a los que temes más que a nada: pregunta dónde estabas tú.




For the Record

The clouds and the stars didn’t wage this war
the brooks gave no information
if the mountain spewed stones of fire into the river
it was not taking sides
the raindrop faintly swaying under the leaf
had no political opinions

and if here or there a house
filled with backed-up raw sewage
or poisoned those who lived there
with slow fumes, over years
the houses were not at war
nor did the tinned-up buildings

intend to refuse shelter
to homeless old women and roaming children
they had no policy to keep them roaming
or dying, no, the cities were not the problem
the bridges were non-partisan
the freeways burned, but not with hatred

Even the miles of barbed-wire
stretched around crouching temporary huts
designed to keep the unwanted
at a safe distance, out of sight
even the boards that had to absorb
year upon year, so many human sounds

so many depths of vomit, tears
slow-soaking blood
had not offered themselves for this
The trees didn’t volunteer to be cut into boards
nor the thorns for tearing flesh
Look around at all of it

and ask whose signature
is stamped on the orders, traced
in the corner of the building plans
Ask where the illiterate, big-bellied
women were, the drunks and crazies,
the ones you fear most of all: ask where you were.




Adrienne Rich. Your Native Land, Your Life, 1986. Traducción: María Soledad Sánchez Gómez.

Imagen: Thomas Dworzak. Nueva Orleans, 2005.

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