lunes, 13 de julio de 2020

"La trampa de Tánatos": distopía y realismo


La trampa de Tánatos. Víctor Atobas. Zoozobra Magazine, 2020.

“Se fijó en la novela que Oliva había dejado sobre la mesa, cuyo título era La trampa de Tánatos y su autor un tal Víctor Atobas, y entonces concentró su espíritu y se introdujo en el interior del libro, y allí se quedó, escuchando una y otra vez aquellas palabras que hablaban de que había caído en la trampa del Amo, debiendo pagar condena eterna.”

Estas son las palabras que ponen el punto final a la nueva novela que el joven escritor burgalés Víctor Atobas acaba de publicar en Zoozobra Magazine y que son un aviso para quienes han emprendido la aventura estimulante, perturbadora e iluminadora de leerla.

Tras sus trabajos anteriores, su primera novela Manifiesto ni-ni (2013) y los ensayos Autoridad y culpa. Apuntes de filosofía política (2017) y El deseo y la ciudad. La revuelta de Gamonal (2018), Víctor Atobas emprende en esta ocasión la tarea de escribir una historia de difícil definición, donde se mezclan distopía, fantasía, realismo y esperpento con una buena dosis de rabia contra el sistema socio-económico capitalista, representado y simbolizado por una de sus instituciones más elitistas, jerarquizadas y despóticas, la Universidad.

En un futuro no muy lejano, el año 2029 para ser más precisos, la Universidad Meretriz se ha convertido en un microcosmos que es la cifra de la perversión social y económica del mundo. Dividido el campus en tres zonas que a la vez son estamentos sociales (Unidad 1 para catedráticos, Unidad 2 para empleados y Unidad 3 donde viven las clases medias y desfavorecidas de la sociedad), la Institución es el reflejo de las relaciones de desigualdad y opresión que rigen los vínculos sociales. En este escenario distópico, el argumento de la novela sigue un doble hilo narrativo. En primer lugar, narra el secuestro de uno de los profesores más despiadados de la Institución, Ernesto Romero (capaz de someter a sus estudiantes a las vejaciones más repugnantes), por parte del Frente Antiprostitución, una organización de estudiantes subversiva que quiere vengar al alumnado y cambiar las reglas de juego de la sociedad. En segundo lugar, la búsqueda de la Llave del Arte, una especie de santo grial cuya posesión puede cambiar el destino de quien la posea aportándole libertad y felicidad.

Sobre este doble argumento, Víctor Atobas despliega su buen hacer de narrador y pensador. En la novela se enfrentan dos concepciones muy diferentes del mundo: el ámbito de Tánatos, el reino de la Muerte, representado por los catedráticos y profesores de la Institución y caracterizado por las relaciones más perversas entre los seres humanos: ambición de poder, deshumanización, imperio de la jerarquía, opresión y explotación de los tenidos por más débiles, un verdadero infierno social no muy distinto del mundo que habitamos hoy en día y cuyos máximos exponentes en la novela son el Doctor Parrado, un engendro colonizado por líquenes mutados, y Ernesto Romero, el joven profesor que con sus métodos despiadados aspira a regir los destinos de la Institución. A este mundo se enfrenta el ámbito de Eros, la fuerza de la vida, de la sensibilidad, de la justicia social y del amor, personificado por los jóvenes integrantes del Frente Antiprostitución, Marcos, Liliana y Keylor, que tratan de vengar las injusticias que cometen los catedráticos y transformar también las bases de una sociedad tan deshumanizada.

Víctor Atobas demuestra en esta novela su gran fuerza narrativa y su potente imaginación, que hacen que recordemos a Poe o al Alfred Kubin de La otra parte, además de su constante preocupación filosófica y militante sobre las bases de una sociedad más justa y más digna.

Como decía al principio, quienes lean la novela, además de vivir una experiencia estimulante y enriquecedora, están ya avisados para no caer en “la trampa del Amo” y no sufrir la “condena eterna” de adaptarse a una sociedad tan infernal como la que se nos retrata en el libro y a la que, si no ponemos remedio, nos conducen inexorablemente.



Conrado Santamaría

2 comentarios:

  1. Difícil no anhelar su lectura tras tan brillante reseña. Intentaré conseguirlo.

    Salud, y gracias, Conrado.

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