jueves, 1 de abril de 2021

JARRÓN Y TEMPESTAD


 

Como descenso por la flor desapacible

Todos los equipajes

Más ligeros que la eternidad de las víctimas

Se dispersan en el mar de los astros de lana verde

Las fronteras, la trompeta arcaica, el río circular

Los veloces juguetes de la felicidad, sobre todo

La unidad del error

Todo menos frágil que la eternidad de las víctimas

No ha llegado a la retina el enjambre que anima el amor

Ni el sol bajo el oro místico distante a la pasión de volar

La circulación del ácido en la heredad florida

El puente de cieno, las bridas del horizonte

que se ciernen sobre la enorme marea en la encrucijada sin tiempo

El leviatán desde lejanas horas

Devorando el vidrio de la caligrafía, sus benditos perfumes

Todo más espeso que la eternidad de las víctimas

Tal vez los ellos, tal vez las letras en ese jarrón de flores

Atraviesen el sueño del barco perdido

Hasta el puerto todo carcasa en su comienzo marino

Abrazados en las rutas de los ritos

Eternidad de la inmovilidad parapetada

En el cielo delirante donde duerme

Llora, avanza, ama, se exilia lo exiliado de la verdad

Y se abriga el frío de las ardillas que se esconden

Como barco de papel ante la tempestad de las maderas

Nada tan evidente como la eternidad de las víctimas

Trasparente como la amenazadora belleza de la flor

 

 

Guadalupe Grande. En (Tras)lúcidas. Poesía escrita por mujeres (1980-2016). Edición de Marta López Vilar. Bartleby, 2016.

Imagen: Masao Yamamoto

2 comentarios:

  1. Bajorrelieve del hombre ancestral.
    Quedará arrollar la masa fósil del paso a nivel.
    Salud!

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    Respuestas
    1. Arrollar "la unidad del error" para que regrese "lo exiliado de la verdad" y podamos sin dolor ampararnos. Salud, LaNanaFea!

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