sábado, 13 de diciembre de 2014

Rosa de Llamas



Claras lejanías... Dunas escampadas...

La luz y la sombra gladiando en el monte.

Tragedia divina de rojas espadas

Y alados mancebos, sobre el horizonte.


El camino blanco, el herrén barroso,

La sombra lejana de uno que camina,

Y en medio del yermo, el perro rabioso,

Terrible el gañido de su sed canina


- ¡No muerdan los canes de la duna ascética

La sombra sombría del que va sin bienes,

El alma en combate, la expresión frenética,

Y el ramo de venas saltante en las sienes!...


En mi senda estabas, mendigo escotero,

Con tu torbellino de acciones y ciencias:

Las rojas blasfemias por pan justiciero,

Y las utopías de nuevas conciencias.


¡Tú fuiste en mi vida una llamarada

Por tu negro verbo de Mateo Morral!

¡Por su dolor negro! ¡Por su alma enconada,

Que estalló en las ruedas del Carro Real!...




Ramón del Valle-Inclán. Publicado en la revista Los Aliados, el 20 de junio de 1918.

Imagen: Ricardo Baroja. Aguafuerte de Mateo Morral en la cripta del Buen Suceso el día 3 de junio de 1906.

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