sábado, 21 de mayo de 2016

La hoguera ardió dos días en las afueras de la aldea



La hoguera ardió dos días en las afueras de la aldea

y al alba del tercero

se dispersaron a los cuatro vientos

las cenizas de Anne Chantraine,

quemada, pero

con estrangulación previa,

                                               por el verdugo de Namur,

por bruja, el año

de mil seiscientos veinticinco

y a los veintidós de la difunta,

que se había entregado

a Satanás,

según confesó con todos los detalles

impuestos de antemano por el tribunal,

de acuerdo

con el feliz catálogo de engendros diabólicos parido

por los santos dominicos teutones

Enrique Krämer y Jacobo Sprenger,

expertos en la lucha

contra la subversión maligna,

la infiltración perversa de orientales

y otras lacras

que han revuelto y revuelven

los sacrosantos reinos de la grande Europa.


Y allí hecha de paja y de maderos

que colocó la propia víctima,

sometida a lo largo del proceso

al natural estímulo del agua

hirviendo y al tormentum insomniae,

ardió la hoguera hasta el amanecer del tercer día

y se esparció en el aire

el cuerpo consumido

de Anne Chantraine,

como otros tantos en aquellos tiempos.





José Ángel Valente. Presentación y memorial para un monumento, 1969. En Punto cero. Poesía 1953 – 1979. Seix Barral, 1980.

Imagen: Quema pública de tres brujas en Derneburg (Harz), 1555.

2 comentarios: