domingo, 12 de junio de 2016

MI CASA



A Antonio Gamoneda, por prestarme la belleza y justicia


Mi casa tiene treinta metros cuadrados

vivimos en ella dos adultos

una adolescente

y una gata anciana.


Mi casa es digna.


Si es de la dignidad de lo que hablamos

mi casa es digna.


Mi casa es tan digna

como las chabolas de latas

como las casas barco

como las tiendas de refugiados.


Más dignas todas ellas

que la del especulador

la del director de periódico

la del dueño del banco.


Si es de dignidad de lo que hablamos:


la justicia de las palabras

-la belleza de la exactitud-

aún nos pertenece.





Ana Pérez Cañamares. Alfabeto de cicatrices. Baile del Sol, 2010.

Imagen: Nikolái Novikov. En la nueva casa, 1966-75.

2 comentarios:

  1. "La poesía es un arma cargada de... presente". Así, tras leer este poema, me resurge aquel otro de Celaya.

    Salud!

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  2. La poesía ha de ser un arma cargada de dignidad.

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