jueves, 29 de enero de 2015

Un lilo sale por el tejado



Fue el árbol antes que la chabola.

Por eso cabe tanto pregón de flor:

¡Bienaventuranza en la meseta

de la basura!


Son lilos.

Nacen de no se sabe dónde

y suben desde siempre por su mes de abril,

que es suyo a rajatabla.


Ni siquiera se han preguntado si podrán.

Nadie lo hace, si hacia atrás hay ratas

o gatos que cortan el aliento.


Suben y tienen mucho que decir.

Se han roto unos pocos dedos y no importa:

Un árbol roza la catenaria del tendido eléctrico

y no es una plegaria.


Es un lilo dispuesto a todo.

Hace en los charcos

un gran charco su morada sombra.


¡Cómo la oigo!


María Ángeles Maeso. Basura mundi. Huerga & Fierro, 2008.

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