domingo, 3 de enero de 2016

Ventanas electrónicas



XOF33A36F95AM04 Esa es la contraseña.

Fundamos Descartes, la sociedad secreta, en el Departamento de Psicología Social a pocas horas del 1 de enero del año 2000.

Durante algún tiempo transmitimos, desde nuestros canales, ideas peligrosas contra el sistema establecido.

Nos divertimos haciendo del sexo un movimiento de ocupación, creamos el escándalo como un desafío a la crítica.

Poco después nos ocultamos.

Temíamos la furia de los pensadores oficiales.

Las mentiras. La muerte pública.

No queríamos solo un cambio político, queríamos un cambio de civilización.

Por la noche la locura se transmitía por los micrófonos de emisoras clandestinas.

No había nadie que no ocupara algún tipo de crisis.

La metrópolis parecía igual que esa gente narcotizada a la que le cuelga la cabeza muy cerca de los hombros.

El silencio era como una pérdida de fluido en la red.

Algo pasó. Demasiado rápido.

Algo fue introducido dentro de nosotros, algo convulso que no pudimos resistir.

Imágenes donde alguien había atentado contra nosotros, imágenes de sangre esparcida por el asfalto.

Los trozos de chapa por los aires.

El olor de la carne que se quema.

¿Pero eso no fue en 1996? ¿No morimos entonces?

¿Y qué hizo de nosotros el futuro?

Estoy devorado por pantallas que tratan de saber, miro el mundo a través de ventanas electrónicas.

Duermo en fragmentos inestables.

Soy un vigilante invisible, formo parte de una conjura anónima.

Las televisiones que se vuelven. La llave de contacto. Las cámaras de vigilancia haciendo psicoterrorismo con nuestra vida.

Los helicópteros.

En algún punto de la ciudad me espera un coche cargado de explosivos.

Soy yo su víctima.

La acera arde. Los cristales de los escaparates se han volatilizado.

Alguien me ayuda a recoger mi propia ceniza. Mis propios recuerdos. Mi forma de conciencia.

Los cables continúan transmitiendo.

Se oye el ruido del espacio a través de los auriculares.

Me consumo, meditando, frente a un cenicero.



Diego Doncel. Porno Ficción, 2011. En Territorios bajo vigilancia (Poesía reunida). Visor, 2015.

Imagen: Petr Lovigin.

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