jueves, 7 de septiembre de 2023

DE MI GENEALOGÍA V


 

“Es increíble que el asco al hule se herede.”

Mi hermana y yo lo tenemos,

asco al hule.

Y no es que hayamos convivido mucho con él

nos viene de familia

aunque nadie lo nombrase nunca así

directamente.

 

Supongo que se les quedó pegado a la piel

el hule de los perdedores

de los huérfanos del rojo

el hule de la miseria

de los que podrían haber sido otra cosa, pero

no lo fueron.

El hule de la “familia de los que leen”

porque leer no nos lo quitó nadie.

 

Se hereda también,

el confórmate,

agacha la cabeza

y habla bajito.

Confórmate.

 

Se hereda, como el asco al hule, el odio de

clase,

a la propia también.

 

Se hereda, el miedo a la miseria

se hereda

Se hereda

el complejo de inferioridad

el miedo a un uniforme

a la autoridad.

 

Se hereda…

 

El hule que sostuvo tantos pucheros con

pringá,

tantas sobremesas, risas,

mucho comino majao y café portugué que

traían en vacaciones los que emigraron

y donde se posaban las moscas por el tiempo

de la feria de Villa Real.

 

El hule que nos recuerda quiénes somos,

leamos cuanto leamos

estudiemos cuanto estudiemos.

 

El hule, que nos conforma

que explica y nos recuerda

de dónde venimos

y de qué no nos podemos olvidar.

 

 

Isabel Martín. Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. A Fortiori, 2022.

Imagen: Semión Agroskin

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