martes, 16 de julio de 2024

MÁRTIRES DE LA INTIFADA


 

1

Dibujaron la senda hacia la vida.

La empedraron con coral, con roja sangre adolescente.

Alzaron sus corazones –piedras, fuego, brasas– en las palmas de las manos.

Apedrearon con ellas a la bestia de camino.

–¡Es la hora de afirmarse. Sed fuertes, corazones!

Y retumbó su voz

en los oídos del mundo, penetrando su eco por todos los rincones.

¡Es la hora de afirmarse!

Y fueron fuertes, y de pie murieron,

reluciendo como estrellas,

brillando sobre la senda, besando los labios de la vida.

 

2

Atacó la muerte, hincando su hoz en ellos.

Y frente al rostro de la muerte se plantaron

más hermosos que bosques de palmeras,

más hermosos que cosechas de trigo,

más hermosos que el fulgor de la mañana,

más hermosos que árboles que la lluvia lava en el seno del alba.

Se pusieron en pie, saltaron, se precipitaron

desplegados por el campo de batalla como gavilla de fuego.

Se incendiaron… alumbraron… brillaron

en medio de la senda, y desaparecieron.

 

3

¡Sueño suyo que en la lejanía brillas

abrazando el futuro venturoso!

En tus manos está que su resurrección llegue.

Y llegará con el gran mañana en ciernes,

ascendiendo desde el fondo de la ruina,

con albricias en el rostro

y una estrella brillando en su amplia frente.

 

4

Seguirá la tierra amamantando su sueño toda la vida.

No lo apartarán de su ubre ni las movilizaciones del mal,

ni los demonios del aire, de la tierra y del mar.

No lo detestará por duro que el usurpador se vuelva.

No lo detestará aunque la mano de la muerte, empapada en perfidia,

torne amargo el pródigo pezón de la ubre de la tierra.

 

5

¡Mírales allá en la distancia,

abrazados, para perdurar, a la muerte,

ascendiendo a las alturas,

ascendiendo ante los ojos del orbe!

Por las cuerdas de su sangre derramada

van subiendo, subiendo, subiendo…

No se apoderará de sus corazones la traidora muerte,

pues en la senda del sacrificio les acompañan

los sueños del renacer y de la nueva alborada.

¡Mírales en su Intifada: son halcones

que conectan con el cielo la tierra y la patria sagrada!

(2 de marzo de 1986)

 

 

Fadwa Tuqan. En Poesía social y revolucionaria del Siglo XX. Selección y notas: Jorge Brega. Versión de Clara Thomas y María Prieto. Editorial Ágora, 2012.

Imagen: Nasser Ishtayeh / FLASH90

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