“…porque sólo sé cantar lamentaciones
porque no puedo ser un ave de lluvia
porque sólo soy un pájaro de cartón y piedra.”
Carmen Ávila
(México)
Porque habita el secreto,
porque no puede hablar de lo que duele
como turbas de espinas desgarrando su lengua,
desde aquellas desiertas madrugadas reclamando sus nombres
a pulso de picana, a fuerza de tortura, a paso de martirio,
apretando los dientes para no recordarlos en mitad de los miedos,
en mitad de la noche, en mitad de las lunas amarillas,
para no traicionarlos, para no maldecirlos
desde su soledad acantilada
y el dolor encendido.
Porque habita el insomnio,
porque el vuelo se ha vuelto fatigoso,
limitado y rasante como sus esperanzas
hartas de imaginar las libertades, la equidad, los derechos,
mientras la gente andaba los desfiles del júbilo, agitando el bullicio,
festejando ese triunfo que los parió una tarde los mejores del mundo,
ajenos por completo a tanta impunidad encapuchada,
decretando el silencio para la ausencia anónima
sepultando el hedor de la vergüenza
en el lecho del río.
Porque habita el fracaso
de ser hijo de un pueblo sin raíces
que inmola en los altares su diezmo de tragedia
y el nunca más es sólo un expediente entre tanta injusticia
y la historia repite sus errores sin tiempo, sus eclipses de olvido
y todo es negociable: hambre, feudos, proclamas, indultos, dignidades,
en ese territorio de lesa hipocresía
donde una hostilidad a contrapueblo
desnuda los colmillos.
Norma Segades-Manias. En Entre los poetas míos… Norma Segades-Manias. Colección Antológica de Poesía Social, vol. 140. Biblioteca Omegalfa, 2020.
Imagen: Interrogatorio por tropas de Vietnam del Sur, 1964.
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