domingo, 2 de julio de 2023

CREO QUÉ


 

En lo profundo del bosque hay una bruja ruin, venenosa, maléfica,

bruja nudo, convencional, fluente, intersticial, banal, dramática,

bruja irracionalmente ebria de lucidez, carente de sentido común.

Habla con los árboles y se sienta desnuda en las ramas invernales,

y es un murmullo rumoroso que acaricia la espesura estremecida.

Mece levemente su cuerpo árido, su útero estéril, híbrido, reseco,

su piel de color atardecido, su pelo enmarañado de hojas y ramas,

y llora un llanto tierno y rencoroso inmersa en su mundo de barro.

La bruja, insisto, esa bruja que reina en el desorden,

mujer/murciélago, que viene de un mundo viejo,

busca un recipiente en que verter el fluido vital,

mezclando ranas, sapos, cuervos, homúnculos,

con sangre, huesos, pelos, cartílagos, tendones,

tratando de invocar un cataclismo delicuescente

mientras ríe con risa salvaje, histérica, incontenible.

Juguetea con los posos del café y los lame con los labios húmedos

musitando hechizos cristalinos, ásperos, desordenados y febriles,

consciente de que invoca las entrañas de la tierra con su lenguaje.

Cercada de fieras, sabe que habita un reino de demencia precoz,

que su misma existencia es una falacia, un libelo, una impostura,

y no tardará en ser fruto de una inquisición exaltada e inexorable.

En lo profundo del bosque hay una bruja carnal, vibrante, silente,

bruja vagido, harapienta, desesperada, indecorosa, paroxística,

bruja que se parece tanto a mí…                        que creo que soy yo.

 

 

Sara Prida Vega. En Voces del Extremo. Poesía y alegría. VV. AA. La Vorágine, 2022.

Imagen: Angela Bacon-Kidwell

2 comentarios:

  1. Quien escribe y habla en este poema-dolor, cree serlo, pero es falacia que nace de la niebla boscuna.

    No es bruja. La bruja siempre dice no y no se lamenta, a pesar de la hoguera. La bruja merece todo nuestro respeto.

    La voz que dice el poema no es la de la bruja, sino la de la sombra de lo anterior a todo comienzo. La maldición, más allá de lo tenebroso, que nos anuda y condena a lo representado.

    Aquella que solo el abrazo puede disolver.

    Buscar la bendición del aire.

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    1. En efecto, Joan, someterse acríticamente a la falsilla de lo representado, obviando la fuerza de quienes impusieron creencias y tradiciones, legitima esa misma violencia simbólica que se quiere combatir. Más allá de una buena voluntad, necesitamos otras posibles palabras, otras posibles representaciones. Salud!

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