domingo, 9 de julio de 2023

Éxodo segundo


 

Tu proverai sì come sa di sale

Lo pane altrui, e come è duro calle

Lo scendere e ‘l salir per l`altrui scale.

Paradiso, XVII, 58

 

Entonces empezamos lentamente el incierto camino hacia la puerta de la noche porque más allá nos decían hay ventanas abiertas para el cielo y la esperanza de encontrar las llaves y en cambio acá se oscurecía y la tormenta del pueblo castigado no llegaba a resolverse en lucha abierta por la libertad arrebatada y los perros de los amos destrozaban no solamente los umbrales de las casas pero también el sueño de los hijos y así hicimos pequeñas valijas con lo indispensable y empezamos a empolvar nuestras sandalias con la fatiga de la cama ajena demasiado visitada por antiguas nostalgias y vergüenzas nuevas y en la garganta conocimos la invasión silenciosa de los amargos panes del destierro porque la tierra nos parió senderos delante de los pies y allí nos dividimos después de la frontera y muchos de nosotros volvimos la mirada para decirte adiós en llanto que no pudimos dejar de sospechar según lo breve del tiempo hasta la muerte que a lo mejor te quedarás por siempre el país del ayer y el pudo ser y el ya no hay caso

 

Marha L. Canfield. Anunciaciones. Alcaraván, 1976.

Imagen: Daniel Richter

7 comentarios:

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  3. Disculpa Conrado ... me he hecho un lío
    ... ahí va mi comentari o

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  4. Es un texto exhuberante.
    El último párrafo no tiene desperdicio ...
    El caso es que ese quedarse "el país del ayer", a menudo no es sólo una condena, sino la (re)producción de dicha condena: el velado goce del condenado a reproducirla, renovando así el precepto y el desecho, siempre adjunto.

    En ocasiones, desde el aparente "progresar" de nuestras ciudades, la condición del ser, que así se conduce, es engalanarse con los más variados, "autenticos" y refinados ropajes "vivenciales" y culturales. Adquiridos y, sin duda, ganados a pulso con soberano esfuerzo, en las más prestigiosas instituciones de alta cultura.

    -Reproducción, en nuestra modernidad tardía, del ortegiano "Instituto de humanidades", orientado a la navegación vital de la clase pudiente de la ciudad del Manzanares-

    Enmudecer, quedarse al pairo. No decir: balbucear, si acaso. Levantar una barricada, de vez en cuando. Ser Aurora que, como decía Zambrano, es el espacio/instante indecible entre lo sagrado oscuro de la noche y la divina luz solar que todo lo ciega. No querer. Amar, cuando eso sea posible.

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  5. Respuestas
    1. “… por siempre el país del ayer y el pudo ser y el ya no hay caso” es la radical tajadura vivencial, emocional, epistemológica de quien sufre la condena del exilio. Ya no habrá sino nostalgia de un territorio petrificado sin posibilidad de progreso en un tiempo amputado, clausurado e irreversible. Pero, aunque lejos, sí es posible y necesario el balbuceo y el grito y la barricada, la construcción de un itinerario de denuncia y lucha que devuelva, si no aquel mundo perdido, al menos otro en que aquella tajadura fuera imposible. Salud, Joan!

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