viernes, 31 de enero de 2025

[¡Pero mira que es falsa]


 

¡Pero mira que es falsa

la razón de este tiempo!,

primero te responde,

y te pregunta luego.

 

 

Conrado Santamaría. Tanteos.

Imagen: Jean-Michel Basquiat. Untitled (Boxer), 1982.

jueves, 30 de enero de 2025

LAS FEAS PALABRAS


 

En la garganta de un beodo muerto

se quedan las palabras que despreció la poesía.

 

Yo las rescato con manos de fantasma

con manos piadosas es decir

ya que todo lo muerto tiene la licuada piedad

de su propia experiencia.

 

Furtivamente os las abandono:

feas las caras sucias bajo el esplendor de las lámparas

babeantes sobre su desnudez deforme

los dientes y los párpados apretados esperando el bofetón.

 

Amadlas también os digo. Reñid a la poesía

la limpidez de su regazo.

Dotadlas de biografía ilustre.

Limpiadles la fiebre de la frente

y rodeadlas de serenas frescuras

para que participen también de nuestra fiesta.

 

 

Roque Dalton. El turno del ofendido, 1962. En Antología. Visor, 2000.

Imagen: Roger Ballen

miércoles, 29 de enero de 2025

ACABOSE EL TRUEQUE


 

YO NO CAMBIO

 

            la palabra

            por la cifra,

 

            ni la sangre

            por la tinta,

 

            ni el grito

            por el disparo,

 

            ni la lágrima

            por el plástico,

 

            ni el iluso

            por el práctico,

 

            ni el hecho cantable

            por el hecho contable.

 

            Dejadme

            con mis propias ideas

 

            hasta

            que acaezcan.

 

 

Francisco Pino. Textos económicos, 1969. En Calamidad hermosa. Antología. Cálamo, 2010. Edición: Esperanza Ortega.

Imagen: John Anthony Baldessari. Money, with Space Between, 1994.

martes, 28 de enero de 2025

[Descansaba la gran villa envuelta en discreta luz, ...]


 

Descansaba la gran villa envuelta en discreta luz, mientras en sus lóbregos alrededores se agitaban los aventureros de la vida, sin miedo al peligro.

Maltrana, contemplando el lejano Madrid, creyó ver un símbolo de la vida moderna, de la desigualdad social implacable y sin entrañas.

Los dichosos, los ahítos, descansaban tranquilos al calor de una civilización cuyas ventajas eran los únicos en monopolizar. La caravana de los felices no quería ir más allá, creyendo haber visto bastante. Dormían en torno de la hoguera, acariciados por su tibio aliento, con el voluptuoso sopor de una digestión copiosa. Y más allá del círculo rojo trazado por las llamas, en el muro de sombras temblonas tras las cuales estaba lo desconocido, brillaban ojos coléricos, sonaba el rechinar de las uñas al afilarse, estallaba el gruñido de las bestias hambrientas, cegadas por tanto resplandor. Los vagabundos del desierto social, los desertores de la caravana, los expulsados de ella, las fieras, los abortos de la noche, rondaban en torno del vivac, sin atreverse a salir del círculo de tinieblas, por miedo a afrontar la luz.

Les cegaba el fuego; intimidábales con glacial escalofrío el brillar de las armas caídas junto a los durmientes. Amenazaban, rugían; pero los dichosos, sumidos en dulce sueño, no podían oír sus amenazas y sus rugidos.

Maltrana pensó que alguna vez la hoguera, falta de nuevos combustibles, se extinguiría poco a poco; y cuando sólo quedasen rojos tizones y las tinieblas voraces invadiesen el círculo de luz, vendría la gran pelea, la lucha en la sombra, el empujón arrollador de la muchedumbre, el asalto de los engendros de la obscuridad, para apoderarse de todas las riquezas de los felices: de los bagajes que contienen el bienestar, monopolizado por ellos; de las armas, que son su mejor derecho.

 

Vicente Blasco Ibáñez. La horda, 1906. Alianza Editorial, 1998.

Imagen: Max Ernst. La Horde, 1927.

lunes, 27 de enero de 2025

JUGAR CON NIÑOS


 

Una buena tarde

Es un decir

Vas andando por la calle

Y ves a lo lejos un niño

De cuatro años algo crecido

 

Justo cuando os cruzáis

Señalas una puerta lógica en el suelo

El crío mira intrigado hacia abajo

Y le clavas un fierro en la espalda

 

El joven entre estertores y espumarajos

Muere sin comprender que está en una fiesta

 

Los que admiran la escena aplauden

 

A lo lejos se ve venir otro chiquillo

 

COROLARIO

Tienes que ser muy valiente

Y poseer fuertes principios

Para finalizar la corta vida

De un zagal que no habla

De un chaval que no entiende

De un angelito que está en cueros

De una criatura del señor que tiene cuernos

 

ESCOLIO

La tauromaquia es una de las formas vigentes de la

barbarie. En cuanto a la figura del torero, creo que es

esencialmente un cobarde. Un hombre que con todo

un aparato racional de estrategias, armas, estocadas

practicadas, clases y mucho estudio premeditado, se

mide frente a un animal pasmado por la sorpresa, por

la ansiedad; un animal que no tiene otro recurso que

los reflejos de su instinto primario. Bajo esa

disparidad podemos medir el valor de los toreros. La

valentía verdadera no soporta desniveles tan abusivos.

Por eso para mí los toreros no son valientes, sino más

bien bufones; los bufones de la valentía.

JORGE LUIS BORGES

 

Los animales son mis amigos

Y yo no me como a mis amigos

Con forma humana o animal

Todos son hijos del Padre

Dios le dijo al hombre que no podía matar

A los animales para su entretenimiento

FRANCESCO DE ASISI

 

 

José García (del Colectivo Manuel). Principia Matemática Tabernaria. Inédito.

Imagen: Francis Bacon. Head I, 1948.