domingo, 19 de enero de 2025

[Las casas, en el centro, no estaban desiertas ...]


 

Las casas, en el centro, no estaban desiertas ni habían sido vendidas a espectadores de cine nacidos fuera de allí, debajo de otros pilares aparentes. La mercancía moderna no había llegado aún a mostrarnos todo lo que se puede hacer con una calle. Nadie se veía obligado, a causa de los urbanistas, a ir a dormir a lugares remotos.

Continuación de las fotos aéreas de París.

Todavía no se había visto, por culpa del gobierno, oscurecerse el cielo y desaparecer el buen tiempo, ni a la falsa niebla de la polución cubrir permanentemente la circulación mecánica de las cosas, en este valle de desolación. Los árboles no habían muerto por asfixia; y las estrellas no dejaban de lucir a causa del progreso de la alienación.

Los mentirosos estaban, como siempre, en el poder; pero el desarrollo económico no les había dado aún los medios de mentir sobre cualquier cuestión, ni de confirmar sus mentiras falsificando el contenido efectivo de toda producción.

 

Guy Debord. In girum imus nocte et consumimur igni. Traducción: Joaquim Sirera. Al Margen, 1999.

Imagen: Cerith Wyn Evans. In Girum Imus Nocte et Consumimur Igni, 2006.

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