martes, 30 de enero de 2024

AVALANCHA


 

Frente a mi casa se ha venido a vivir un español,

me he dado cuenta por la bandera, bueno,

el país entero se está llenando de españoles,

debe ser por el efecto llamada, el caso es que

cada vez veo más banderas españolas en balcones,

coches, gorras, camisetas, mascarillas, pulseras…

Los españoles nos están invadiendo,

creo que nunca ha habido tantos españoles,

son una plaga.

 

Frente a mi casa se ha venido a vivir un español,

lo sé porque ha colocado en su balcón la bandera,

bueno, habrá que tener ojo con él,

porque, ¿de qué sirven estos españoles?

¿será un terrorista, un delincuente, estará en paro

y vivirá de las prestaciones sociales,

pagará impuestos, me quitará mi puesto de trabajo

y mi cama de hospital?

 

Estos españoles son peligrosos, son una amenaza, no se integran,

tienen los índices de fracaso escolar más altos de Europa

y quieren homogeneizar nuestras costumbres,

no se adaptan a la diversidad cultural,

quieren imponer su lengua,

su religión llena de dioses, vírgenes y procesiones

con las que atascan las calles y no te dejan pasar.

 

Yo no tengo nada en contra de los españoles,

no soy racista, ni nacionalista,

pero últimamente ha habido más robos.

 

 

Antonio Orihuela. En Inventário das travessias. VV. AA. Coordinadores: Pedro Miguel Salvado, António Lourenço Marques, Moana Soto, Stefania di Leo y Carlos Serrano. Ed. Labirinto, 2023.

Imagen: El Roto

4 comentarios:

  1. Esta entrada presenta dos poemas que, a pesar de ello, ponen de relieve más lo político que lo poético. El poema de Orihuela, tan fino e irónico, tan bien desarrollado, trenza -echando mano del título de la novela de Green- el revés de la trama (The heart of the matter) del asunto banderil. El poema de El Roto es directo, contundente, inapelable, sin fisura ninguna y, por ello, rotundo en su belleza: dice una verdad verdadera.

    Con todo, se hace evidente una urgencia: evitar a toda costa hacer de la necesidad de ir sin bandera otra bandera más.
    La miseria moral germina o puede germinar en todas partes.
    En la biblioteca, Bakunin y compañía. En la mesilla de noche, Nietzsche y AGC.
    Salud!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo poético es político, Joan, como sin duda bien sabes. Y vivan las verdades verdaderas! Discrepo, solo un poco, con la bandera de la abandería: en estos tiempos es necesario levantarla, eso sí, sin llegar a miserias morales. Y con esa mesilla de noche, felices sueños revolucionarios tengas. Salud!

      Eliminar
  2. Y si alguna vez hay que discrepar, ¡discrepemos con alegría! ... ¡que esa discrepacia sea bienvenida! pues a buen seguro que en ella también se forjan amistad y vínculo.

    ResponderEliminar