[He visto inundarse la calle de madreselva tirada por un niño muy lento.]

 

He visto inundarse la calle de madreselva tirada por un niño muy lento. Se acercaron las madres para recoger sus huesitos, a medias rotos por una ola de tierra. Sucumbieron las bondades porque no pudieron extirpar el mal a la uva. Y se entregaron las campanas a los derrotados, obligados a sonarlas por las plazas de la ignominia. ¡Tantos cojos merodeando por ese entresuelo de futuros que incumplieron su promesa! La vida dejó su lugar a un sin perdón. No fuerces tanto el miedo, que se te comerá los pelos y hará que de las fachadas caigan las migajas de la historia.

 

Eugenio Castro. Clavar limas en la tierra. Poemas del grupo surrealista de Madrid… y alrededores. La Torre Magnética, 2017.

Imagen: Fabio Bucciarelli