domingo, 2 de febrero de 2014

Halloween Parade



Cualquiera te decía qué pasaba.


Me disfracé de Durruti,

que, para el personal, era como ver a un mecánico con boina,

y llegué, sin pena ni gloria, hasta la calle de los señoritos.

Recuerdo, la repentina palidez del viejo alcalde franquista

al verme montar un subfusil inutilizado que llevaba al hombro

y describir un círculo en el aire.


Esos sí que no olvidan.


Desde el balcón de su casa,

cuando me había alejado,

se cagó en Dios, en la democracia y en el Carnaval

y yo continué

disfrazado de mecánico con boina

hasta tu bar.

-iOlé mi anarquista guapo!

¡Viva la CNT, la FAI y to lo's libertario! – me dijiste


y, saliendo de la barra, me besaste,

y brindamos por estar allí,

por estar vivos,

por estar todos juntos

haciendo realidad, al menos, tus sueños.


Han vuelto, sabes, aquellos días,

pero hace frío y aquí todo está en silencio;


tan sólo mi esfuerzo y un punzón de hierro

sobre el cemento erosionado

abren nuevos surcos a tu nombre.




Antonio Orihuela. Lo que piensa la ballena del arponero. En Esperar sentado. (Poesía completa 1992 – 2012). Ediciones La Baragaña, 2013.

Imagen: Durruti con 19 años, obrero en el taller de Antonio Mije en León.

1 comentario:

  1. Gracias hermanas, por vuestra presencia tutelar en Madrid. Besos y abrazos!!

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