Un poeta está sentado en un café, escribiendo.
La señora mayor
piensa que escribe una carta a su madre,
la chica joven
piensa que escribe una carta a su novia,
el niño
piensa que dibuja,
el empresario
piensa que sopesa un negocio,
el turista
piensa que escribe una postal,
el empleado
piensa que calcula sus deudas.
El policía secreta
se acerca, lentamente, hacia él.
Mourid Barghouti. Traducción de la versión inglesa de Radwa Ashour: Conrado Santamaría.
Imagen: Juha Arvid Helminen. The Graduates. De la serie The Invisible Empire.
Uf, todo esto es sumamente interesante. Y fíjate, según iba leyendo yo más bien pensaba en el mundo y no en un poema. Claro que el mundo es acaso el poema por excelencia...
ResponderEliminarEl mundo es sin duda el poema por excelencia y cada quien intenta interpretarlo en la medida de sus posibilidades o de sus esperanzas o de sus determinaciones. Pero, tal y como están las cosas y como dijo Nietzsche, es como si el mundo-poema no existiera y solo contaran las interpretaciones que se hagan acerca de él. Y de todas esas interpretaciones, lamentablemente, la que triunfa, es decir, la que se convierte en verdad, es aquella interpretación que hacen quienes tienen la fuerza, el poder o el dinero necesarios para imponerla. Sin embargo, nosotras y nosotros, aquí abajo, seguiremos escribiendo nuestro poema y viviendo el mundo y la vida frente a esa falsa verdad que nos lo quiere prohibir. Salud, Chiloé!
EliminarMuy cierto, Conrado. Tan difícil, sin embargo, poder escapar a esa representación triunfante...
EliminarTú lo has dicho, una representación, y como tal, ha tenido un principio y tendrá su telón final. Salud!
EliminarDoncs sí.
Eliminarhttps://m.youtube.com/watch?v=e2pEx7PAb30
Volem el pa i també les roses! Salud!
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