¡Quién fuera diamante puro!
–dijo un pepino maduro.
Todo necio
confunde valor y precio.
Sin embargo, –añadía Mairena, comentando el aforismo de su maestro–, pasarán los pepinos y quedarán los diamantes, si bien –todo hay que decirlo– no habrá ya quien los luzca ni quien los compre. De todos modos, la aspiración del pepino es una verdadera pepinada.
Antonio Machado. Juan de Mairena, 1936. Edición, prólogo y estudio comparativo de Pablo del Barco. Alianza Editorial, 1981.
Imagen: Chema Madoz. Sin título, 2019.
¿Conoces el chiste de los dos camaradas?:
ResponderEliminar-- "Yo no me vendo" -- decía el artista disidente.
-- Y el otro: "Prueba a bajar el precio...".
Creo que ese "otro" anda herido por la lógica de la mercancía y me temo que, si reímos el chiste, nosotras también. Salud, Chiloé!
EliminarEs humor cáustico y mordaz. Y pica. El Roto, siempre me gusta.
EliminarEl Roto siempre nos mete el dedo en nuestra llaga más viva, la de nuestra hipocresía. Salud, Chiloé, y causticidad!
EliminarEstán los fastuosos panteones colmados de "diamantes puros".
ResponderEliminarSalud!
Por eso es preferible un huertico con pepinos y tomates y la buena compaña. Salud y simiente!
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