Durante siete años no pude dar un paso.
Cuando fui al gran médico,
me preguntó: «¿Por qué llevas muletas?»
Y yo le dije: «Porque estoy tullido.»
«No es extraño», me dijo.
«Prueba a caminar. Son esos trastos
los que te impiden andar.
¡Anda, atrévete, arrástrate a cuatro patas!»
Riendo como un monstruo,
me quitó mis hermosas muletas,
las rompió en mis espaldas y, sin dejar de reír,
las arrojó al fuego.
Ahora estoy curado. Ando.
Me curó una carcajada.
Tan sólo a veces, cuando veo palos
camino algo peor por unas horas.
Die Krücken
Sieben Jahre wollt kein Schritt mir glücken.
Als ich zu dem großen Arzte kam
Fragte er: Wozu die Krücken?
Und ich sagte: Ich bin lahm.
Sagte er: Das ist kein Wunder.
Sei so freundlich, zu probieren!
Was dich lähmt, ist dieser Plunder.
Geh, fall, kriech auf allen vieren!
Lachend wie ein Ungeheuer
Nahm er mir die schönen Krücken
Brach sie durch auf meinem Rücken
Warf sie lachend in das Feuer.
Nun, ich bin kuriert: ich gehe.
Mich kurierte ein Gelächter.
Nur zuweilen, wenn ich Hölzer sehe
Gehe ich für Stunden etwas schlechter.
Bertolt Brecht. En Poemas y canciones. Traducción: Jesús López Pacheco y Vicente Romano. Alianza, 1984.
Imagen: Cayetano Ferrández. rabbit (conejo), 2021. the gray man series.
De vez en cuando deberíamos quitarnos las muletas para comprobar que sabemos andar.
ResponderEliminar¡No sin mis muletas!, grita aterrada la disciplinada sociedad del bienestar. Salud!
EliminarEn una viñeta de El Roto:
ResponderEliminar"¡Levántate, madre, que no es que seas bajita, que es que estás de rodillas!"
Salud!
"Y no es que ellos sean muy altos, simplemente están aupados sobre su propia indignidad".
EliminarSalud!
Totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarTalmente. Salud!
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