¿Sentís su corazón latiendo como el vuestro?
Aquí está palpitando en la penumbra,
enhiesto entre la noche y el insomnio,
ungido en el relente, armado en la impiedad
de su creciente resplandor oscuro.
No oséis poseerlo, os cegaría.
Pero escuchad la terca dignidad
que lo enaltece, su violado orgullo
semejante al del hombre. Aquí prosigue
fraguando la tensión de su lívido acero,
aún con la esperanza sostenida
de ser daño, castigo que devora.
Justo Jorge Padrón. Resplandor del odio. Espasa Calpe, 1993.
Imagen: Alfred Kubin
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