El juez a la muerte.
LXXXVII
Yo no temo ni devo temerte,
porque so justicia y so soberano,
ni yo te temo para conocerte;
si tú eres ufana, yo so el ufano.
Y todo lo tengo debaxo mi mano
e no te temo más que a una paja,
e no te entiendo dar la ventaja;
bástete muerte que esté por tu hermano.
La muerte al juez.
LXXXVIII
Venid vos alcalde, alguazil e teniente,
dexaos conmigo de platicar;
vos, corregidor e vos, asistente,
entrad que os lo mando, venid a dançar.
No os curéis, ladrones, de más robar
con vuestras muy claras y puras malicias,
pues que robastes en son de justicias,
por este tal daño os entiendo matar.
La dança de la muerte. Edición de Víctor Infantes. Visor, 1982.
Imagen: Karel Thole. The Judge, 1970.
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