Estoy guardando esta sombra asesinada
con una herida viva en la garganta.
No espero a nadie que me ayude
a buscar el cuerpo de esta sombra,
de esta sombra que yo no sé quién ha matado.
Con puñales de frío
la han clavado en el suelo.
Le han sorbido la sangre
no sé qué pulpos negros.
Soy el custodio de esta sombra,
de esta luz muerta sin penumbra,
muerta por alguien. Muerta.
José Luis Hidalgo. Las luces asesinadas y otros poemas, 1936. En Poesía completa. Centro de Estudios Montañeses, 1997.
Imagen: Arthur Tress. Untitled, 1974.
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