Debajo de mis párpados
hay misiles aterrizando,
gritos de niños descalzos
y flores muertas sobre el asfalto.
Debajo de mis párpados,
pájaros dormidos sobrevuelan
edificios hechos de ataúdes.
Un soliloquio de estúpidos líderes,
terroristas de una humanidad congelada.
Debajo de mis párpados,
la rabia no basta
para curar las heridas de unos ojos
que no necesitan cerrarse,
para imaginar la tragedia.
María Martín Hernández. En Germinal. Poemas del Taller Helecho Poético Zaragoza. Nautilus, 2022.
Imagen: Jonas Bendiksen
Enorme poeta, como Amalia. No cualquiera puede hacer poesía que transmita. Parece sencillo, pero...
ResponderEliminarHola, Chiloé. Tal vez la poesía, esa que transmite, sea la más profunda expresión de la conciencia.
EliminarY esa, la que trasmite, como diría AGC, no la escribe nadie, o la escribe alguien a pesar de su ser Alguien. Salud!
EliminarVamos abriendo nuestros ojos al nacer y sólo los cerramos al morir. Aunque hay quienes mueren sin haberlos abierto nunca.
ResponderEliminarSalud!
Muchas veces es pertinente aquella pregunta de si hay vida antes de la muerte. Salud!
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