Cuidaos de los salvadores del mundo,
porque ellos, dicen hablar con Dios
y ni siquiera conocen la casa o cloaca
donde vivimos.
Cuidaos,
porque un día vendrán,
se asomarán a las ventanas de vuestros corazones necesitados,
os hablaran en nombre del pueblo
y os gritarán:
Os salvaremos de los negros,
de los pecadores,
de los maricones,
de los comunistas,
de los inmigrantes,
de los vagabundos
y de las malditas mujeres
que quieren decidir sobre sus cuerpos.
Os querrán liberar de los ateos,
de los anarquistas,
de los manifestantes,
de los alquimistas
y de los vendedores ambulantes.
Querrán liberaros del amor,
del sexo por placer,
y del diablo que se esconde en cada beso.
Os hablarán desde los púlpitos,
desde sus cómodos despachos, incluso,
desde los programas de gran audiencia en la tele.
Millones y millones les seguirán
y les creerán.
Pero yo, en cambio,
no les creeré ni una mierda,
porque yo también quiero salvaros,
-de ellos y de mí-
Nadie podrá liberaros.
¿Sabéis por qué?...
Porque ya sois libres.
Germán Terrón Fuentes. En Voces del Extremo. Poesía y economía. Coord.: Ángela Orihuela Martín. Amargord, 2021.
Imagen: Goya. ¡Lo que puede un sastre!, 1799.
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