Los paniquines están vacíos
esperando alimentos.
Life
les toma fotos a colores.
Los astronautas del Apolo VIII
envían un mensaje de amor
desde la luna: “En la Tierra paz
a los muertos de buena voluntad”.
Leonel Rugama. En Entre los poetas míos… Leonel Rugama. Colección antológica de poesía social, vol. 121. Biblioteca virtual Omegalfa, 2018.
Imagen: Jeremy Geddes
Desde luego, no estamos hechos de pasta revolucionaria, y aun en situación de precariedad laboral y déficit vivencial, pasamos de todo. Estamos en la sociedad más obediente de toda la historia.
ResponderEliminar"Obedecer" proviene de escuchar, la cuestión es que solemos escuchar a quienes ignoran y encima seguimos sus exhortaciones. En cuanto a la pasta de la que estamos hechos, siempre la podemos ir aderezando como queramos, es cuestión de voluntad. Salud!
EliminarRevolución
ResponderEliminarLas sillas se sentarán sobre nosotros
las perchas se nos colgarán
los pisos habrán de arrastrarnos
seremos empujados por la puertas
pateados por las pelotas
tirados por las barajas
arrugados por los papeles
mojados por los pañuelos
encendidos por los fósforos
disueltos por los azúcares
revueltos por las cucharas
bebidos por el agua
y no será más que justicia.
Saúl Yurkievich
(No por nada este poema se llama como se llama, aunque la verdadera llama se la fusiló Yurkievich a Mayakovski. Otros se la habéis fusilado a Yurkievich y aquí continuáis, de ejecución en ejecución, manteniendo la llama para que se enciendan otras...)
Gracias, Chiloé. No conocía el poema, que me parece muy bueno. La tiranía de los objetos y el sometimiento de los sujetos, una buena alegoría de este sistema regido por la lógica de las mercancías. Salud y que la llama siga viva!
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