VII
Los funcionarios del suicidio
decidieron apagar sus
ordenadores
e inventarse el mundo
de nuevo.
Desaparecieron las selvas
y los montes,
sus antiguos pobladores
y los cementerios,
las bestias y las esperanzas.
Un nuevo orden abrió
su ojo de cíclope
y en el espejo de sus aguas,
se reflejó el nuevo rostro,
ubicuo e iluminado,
de Ciudad-Ciudad.
Francisco Carpio. Una temporada en Ciudad-Ciudad. Las hojas del baobab, 41. stabil&estudillo editores, 2020.
Imagen: Antonio Palmerini
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