domingo, 13 de noviembre de 2022

NADIE SERÁ LLAMADO


 

no habrá jefe, portavoces ni veleta

 

 

A los jefes, portavoces, magistrados

de los tiempos de Isaías decretaron la muerte.

¡Qué harán entonces cuando los bárbaros

asalten los cielos!

 

Todo lo material valdrá menos

que un puñado de tierra.

Moriré cortado al medio

por los dientes de la sierra y de los jefes

la ceguera se verá recompensada

por el celo de la rueda.

No habrá juicio ni condena.

 

Del propio suelo firme

una consolación sin contratiempos

belleza interna de ayer

y vacíos que reducen el exilio a una nota

fuerte de ardida estopa, pedernal

frotado en chispas de justicia.

 

Sucederá en los días por venir

cuando seamos hombres

(libres de hablar y de callar

libres para vivir y morir).

De lo demás habrá que hablar.

 

 

Carlos León Liquete. Es entusiasmo. Páramo, 2022.

Imagen: Marc Chagall. Isaías, 1956.

5 comentarios:

  1. Un pero:

    Entonces, cuando vosotros seáis hombres... (libres de hablar y de callar libres para vivir y morir), nosotras... ¿qué seremos?

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  2. Podría ser improcedente lo que he escrito. Y he vuelto a leerlo  para saber si sí o si no.

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    1. Viva la improcedencia, Chiloé! Todavía cuesta desprenderse del patriarcado que nos ha formado y llevamos dentro. Salud!

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  3. 10 Como está escrito:

    No hay justo, ni aun uno;
    11 No hay quien entienda,
    No hay quien busque a Dios.
    12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;
    No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.(A)
    13 Sepulcro abierto es su garganta;
    Con su lengua engañan.(B)
    Veneno de áspides hay debajo de sus labios;(C)
    14 Su boca está llena de maldición y de amargura.(D)
    15 Sus pies se apresuran para derramar sangre;
    16 Quebranto y desventura hay en sus caminos;
    17 Y no conocieron camino de paz.(E)
    18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.(F)

    Tus poemas reclaman la voz que se esconde en las palabras.
    Quien profiere las palabras no es Dios es el deseo destructor de aquellos que no encontramos paz ni justicia con los dioses que hemos construido

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