¡Es tan distinto
imaginar el cielo
a despertar de súbito
en él!
Emily Dickinson
Si hubo una quimera,
ya sabrá la flor qué hacer
con lo robado al fuego.
Sucede así.
En el principio no fue el verbo: Tú,
sin nombre. Yo, en silencio.
Si en los contenedores de la primera
persona del singular
hubo una quimera,
tendrá que empezar algo, un dedo,
un hombro, un paramecio,
un grano, un poco de relámpago.
Querida primera persona del plural:
si hubo una quimera,
tendrá que haber sendero.
María Ángeles Maeso. Basura Mundi, Huerga y Fierro, 2008.
Imagen: Tarsila do Amaral. Figura sola, 1930.
Tengo que seguirle el rastro a esta poeta.
ResponderEliminarGenial, Chiloé, una gran maestra. Salud!
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