viernes, 16 de diciembre de 2022

LA HORA DE LA RACIMA


 

Y bajo la fina lluvia de cenizas pixeladas,

mientras los policías registran papeleras y bocas de alcantarilla

y las voces de las pantallas

anuncian todavía paraísos artificiales y promesas

de amor,

Es la hora de la racima,

                                               prestadme vuestros recuerdos,

mendiga en medio de la rotonda

el joven desheredado del tutú y los herrajes,

orgulloso

entre la multitud de sombras de razón evanescente

proyectadas contra las alambradas,

contra los ídolos de silicona,

el desierto que avanza,

los desfiladeros de cervices rendidas,

contra la niebla muda del vacío.

Es la hora de la racima.

Y el humo de los incendios resplandece en el cielo

y de los edificios continúan cayendo

cuerpos deshabitados

que estallan como burbujas

entre las grietas del asfalto.

Es la hora de la racima,

                                               limpiadme vuestros deseos,

implora

bajo la lluvia de cenizas,

con la música corpórea de su flauta aún no desesperada,

el joven huérfano del tutú y los herrajes,

aunque sabe,

irreparablemente sabe,

que ya no quedan recuerdos que limpiar ni deseos que prestar.

 

 

Conrado Santamaría Bastida. Totalitaria. Ediciones del 4 de agosto, 2021.

Imagen: Kikuji Kawada

3 comentarios:

  1. Tiene potencia para imprimir imágenes en la mente.

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    1. Gracias por tus palabras, Chiloé. Salud!

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    2. Gracias siempre a ti, Conrado Santamaría. Sabes perfectamente que cuando un poema da en la diana, de esa manera aparece la poesía.

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