Si la madera
tuviera tuviera
yemas y brotes
y verde corteza
y brazos al aire,
raíces en tierra,
nunca sin embargo,
nunca, muchacho, sería un árbol
la madera.
Si la bandera
de flor floreciera
y por el pueblo
a abriles oliera
y de ella libaran
enjambres de abejas,
nunca sin embargo,
nunca, muchacho, será una rosa
la bandera.
Y aunque se vista
de domingo el domingo,
y aunque relumbre
de mil tiovivos
y risa fabrique
de juego y de vino,
nunca sin embargo,
nunca, muchacho, será tu día
el domingo.
Agustín García Calvo. Canciones y soliloquios. Lucina, 1982.
Imagen: Arthur Tress. At Gowanis Canal, Brooklyn, 1968.
Y aunque una hermosa sonrisa
ResponderEliminarde la pantalla surgiera
nunca, muchacho, será
la persona que tú esperas.
Salud!
Seguro que de vivir en esta época tan sometida a la digitalización y al simulacro, habría añadido el maestro una estrofa en la línea que glosas. Salud, Loam, y rebeldía!
EliminarSeguro. Y, sin duda, lo habría hecho mejor que yo.
EliminarSalud, Conrado! Y que tengas un buen día, aunque sea domingo.
Lo mismo, Loam, domingo de pipiripingo. Salud!
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