Nacer
a un mundo
donde las suertes han sido ya asignadas.
(Partir
con desventaja).
Pasar
por la infancia
como un juguete roto.
(Sufrir, del adulto,
el impune robo).
Brillar
y arder fugazmente
en la rápida hoguera adolescente.
(Llevar
bridas y ser
salvajemente domado).
Acceder
al trabajo,
perder todo derecho, volver al paro.
(Padecer
la confabulación de ineptos y enchufados).
Enmudecer,
malvivir atado de pies y manos,
mientras otros hablan y toman las decisiones;
habitar un gélido supermercado,
erigido sobre los restos de antiguas poblaciones;
y saber,
que en la trastienda de cada Banco,
una oscura trampilla se abre
al despacho de inmundos directores.
Humo, viento, polvo, cenizas, nada.
Coágulos de mentira y falsedad.
La fetidez de la carne pudriéndose al Sol.
Ríos de hambre, ríos de sangre.
Reproducirse
(reproducir el error). Y
morir,
y morir. Y remorir. Y: ¿hasta cuándo?
José Icaria. Malestar en el Paraíso, 2009. En B10lentos. Edicions Malcriàs d’Agràcia, 2022.
Imagen: Antoine d`Agata
PAULO FREIRE (Pedagogía de la esperanza)
ResponderEliminarPaulo Freire: Muy bien, yo sé, ustedes no saben. Pero ¿por qué yo sé y ustedes no saben?
Campesino: Usted sabe porque es doctor. Nosotros no.
PF: Exacto. Yo soy doctor. Ustedes no. Pero ¿Por qué yo soy doctor y ustedes no?
C: Porque usted fue a la escuela, ha leído, estudiado y nosotros no.
PF: ¿Y por qué fui a la escuela?
C: Porque su padre pudo mandarlo a la escuela y el nuestro no.
PF: ¿Y por qué los padres de ustedes no pudieron mandarlos a la escuela?
C: Porque eran campesinos como nosotros.
PF: ¿Y qué es ser campesinos?
C: Es no tener educación ni propiedades, trabajar de sol a sol sin tener derechos ni esperanza de un día mejor.
PF: ¿Y por qué al campesino le falta todo eso?
C: Porque así lo quiere Dios.
PF: ¿Y quién es Dios?
C: Dios es el padre de todos nosotros.
PF: ¿Y quién es padre aquí en esta reunión?
Casi todos levantando la mano, dijeron que lo eran. Mirando a todo el grupo en silencio, me fijé – dice Freire – en uno de ellos y le pregunté.
PF: ¿Cuántos hijos tienes?
C: Tres.
PF: ¿Serías capaz de sacrificar a dos de ellos, sometiéndolos a sufrimientos, para que el tercero estudiara y se diera buena vida en Recife? ¿Serías capaz de amar así?
C: ¡No!
PF: Y si tú, hombre de carne y hueso, no eres capaz de cometer tamaña injusticia, ¿Cómo es posible entender que la haga Dios? ¿Será de veras Dios quien hace esas cosas?
Silencio
PF: No, no es Dios quien hace todo eso. ¡Es el patrón!
Paulo Freire, junto a las pedagogías libertarias, los mejores modelos de educación emancipadora. Salud y conciencia!
EliminarCuanto más inmunda es la letrina, más se engalana.
ResponderEliminarEn ellas, las ratas se entierran con largos y pomposos ceremoniales.
Pero no hay en el mundo suficientes armiños, ni terciopelos, ni bordados paños, ni inciensos capaces de ocultar la mierda y el espantoso hedor de esas cloacas.
Veo, puedo ver. Luego, no pueden engañarme. No es la revolución, cierto, pero es su necesario principio.
Salud!
Brillante, Loam. Entre el despilfarro y la pobreza. Así andamos.
EliminarHoy los medios de desinformación podrían definirse como los vanos ambientadores de las sentinas. Salud, Loam!
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