miércoles, 4 de septiembre de 2024

A CHARLOT EN "ARMAS AL HOMBRO"


 

   ¡Chulo, más que chulo!

Y chulo tu pequeño bigote de conejo indeciso

o tus pies mariposa descarriando los sueños…

¿Qué coños haces hoy con estas armas

inútiles para tus ríos?

¿Es suficiente la ironía? ¿Sirve

la tristeza desheredada

de tus ojos extintos?

Oh, héroe, cabalga

prevaricando la estulticia, haciendo

añicos al poder establecido.

 

   ¡No saques pecho ni presumas, tonto!

Lleno de árboles, palomas, jardines y llanuras

tienes en ti todo lo íntimo

y sólo tu inocencia feraz inteligente

satiriza

lo fugitivo.

 

   Mira, Carlos, que sé, que te conozco

y huelo bien las balas que contienen

las cartucheras de tu cinto;

mira, torpón, desobediente,

que no se me despista

que acabas de afeitar la dictadura

y estás condecorado de ti mismo

con esa maquinilla centenaria

que al ojal has prendido…

                                               Ay, querido

soldado, lleno de participios

con quien nunca

copuló Madelón. Tu victoria

es tu himno entre lo elemental de cada día:

raspadora, batidora, cafetera… ¡Símbolos

hermosos que se ponen en pie de guerra en la

locuacidad del entusiasmo mientras canta

una Internacional el molinillo!

 

   Chulo, Carlos, trotón: ¡Firme! No llores.

(1976)

 

 

Jesús Hilario Tundidor. En El perseguidor, nº 45, 14 de mayo 2011.

Imagen: Charlie Chaplin. Armas al hombro, 1918.

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