domingo, 1 de septiembre de 2024

El revolucionario


 

Poco importa al rebelde que sepan que lo es; séalo y ya es bastante. La policía husmea para impedir la obra del revolucionario y no para molestarle sin un solo objetivo. Luego que aquel que grita, gusta de hacerse oír más que hacer labor buena, como el diablo sabio del reinado de Iván, la novela de Tolstoi.

No es tampoco muy sano el trato o amistad con gente de dinero, con gente de fortuna material; pues luego piensa uno más que en lo necesario en lo superfluo. Ni creáis la bondad del que no se desprende de su hacienda. No busque ser amado el revolucionario, pero sepa él amar por lo mismo que le odian. Él viene a destruir lo que otros han creado por maldad o ignorancia, yugos y falsos dioses; a edificar después sobre lo destruido una humanidad buena.

Mas si un día los hombres, hermanos en error, levantan un suplicio y le condenan, nunca mienta su Idea. La humanidad camina porque hay seres tan nobles que apartan las espinas a su paso, seres ensangrentados para que Ella no sangre.

 

 

Joan Salvat-Papasseit. Humo de fábrica. Galerías Layetanas, 1918.

Imagen: Käthe Kollwitz. Aufruhr, 1899.

4 comentarios:

  1. Mucho de lo que escribe Papasseit queda en y para el momento en que fue escrito: principios del siglo pasado.

    Hay algo que, sin embargo, pervive. Un apunte corto que mucha acción y meditación sugiere, y que, para mi constituye la iluminación de este texto: "séalo y ya es bastante".

    Salud!

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    1. "séalo y ya es bastante", ahí es ná. Sin embargo, Joan, mucho de lo que denunciaba Papasseit en aquel tiempo continúa igual hoy en día o mucho peor. Siguen siendo necesarias sus palabras y actitudes. Salut!

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  2. Sin ninguna duda, Conrado. Pero creo que nos hemos entendido. Lo mismo de antes, ahora sucede de otro modo: en tiempos de Papasseit el capital levantaba fábricas, hoy las desmantela; el capital tenía nombres, y era imperialista y productivo; hoy es oculto, global y especulativo.

    Lo que permanece: la necesidad de decir no. Sin aspavientos, ni representaciones, ni sometimientos a la audiencia y a sus likes. Hacer no: calladamente, diariamente, anónimamente... "y ya es bastante".

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