Para Manuel y Dolores,
es un decir.
ALIENTO
El paraíso es aquí, ahora,
si comenzáramos a celebrarlo
seríamos invencibles.
Antonio Orihuela
1
Bienvenidos y bienvenidas al Paraíso
Al Paraíso terrenal
Al Paraíso celestial
Al Paraíso interior
Al Paraíso exterior
A los Paraísos fiscales
A los Paraísos artificiales
A los Paraísos naturales
A los Paraísos torrefactos
A los Paraísos no binarios
Paraíso veo, Paraíso quiero.
2
¿En qué momento nos perdimos, Anteo,
en qué momento nos dejamos arrastrar hacia lo alto,
en qué encrucijada optamos por el camino de las sombras,
por una promesa de días que no terminan,
por hacer de la persecución de fantasmas
nuestro destino?
Todos se equivocaron, los grandes pensadores,
con sus dualismos antagónicos,
sus mundos de ideas espectrales,
con sus elucubraciones sin cuerpo
y su anhelo de fuga,
empecinado y absurdo,
de la Tierra.
Bajemos de nuevo al barro, Anteo,
dejemos otra vez que la Tierra nos envuelva,
que nos tizne y acaricie,
que reanime nuestra fuerza con su aliento.
Recuperemos el camino y volvamos
a nuestra casa, para vivir sosegadamente
junto al Árbol de la Vida,
al cobijo y al cuidado de su savia y de sus ramas,
arraigando nuestros deseos,
sin agotar la pródiga y humilde maravilla de sus frutos.
Es tarde, y no queda más remedio.
3
La poesía es el Paraíso
El Paraíso es la infancia
El Futuro es el Paraíso
El gallinero también es el Paraíso
La democracia es el Paraíso
El gordo de la lotería es el Paraíso
El cazón en adobo es el Paraíso
El metaverso es el Paraíso
El fentanilo es el Paraíso
El Paraíso es el rearme
El que no va al Paraíso es porque no quiere
Y si vas al Paraíso, pregunta por la Dolores
4
Llora, palo de lluvia,
llórame el llanto
del agua
que dejó de llover,
que se fue con el viento
que se fue con las nubes.
Llórame el llanto de los cantos
en los cauces sedientos,
en las fuentes de polvo,
el llanto cascado de las costas secas.
Llora, palo de lluvia,
llórame el llanto de la savia de piedra,
de los yermos sin pájaros,
del desierto sin tiempo.
Llora, palo de lluvia,
llórame,
llórame el llanto de mis ojos huecos.
5
El Paraíso y el Yo
El Paraíso y el principio de incertidumbre
El Paraíso en sí y para sí
El Paraíso y la perspectiva caballera
El Paraíso y las coquinas
¿Hay abuelos chuchos en el Paraíso?
¿Hay zombis en el Paraíso?
¿Tienen Paraíso los pangolines?
¿Va la clase obrera al Paraíso?
¿Quién ha plantado este mojón en el Paraíso?
¿Qué tiene el Paraíso que no tenga mi novio?
6
Y un día vio Dios que era bueno construir una presa hidroeléctrica en el río Gualcarque, y adjudicó concesiones a sus grandes empresas energéticas, y envío a sus querubines armados de armas de fuego para asesinar a Berta Cáceres que se oponía a sus designios.
Y otro día dijo Dios: “Allá en Indonesia se encuentra la tierra de los nómadas del bosque. Talemos los árboles que apenas producen beneficios y cultivemos la palma para producir biocombustibles que engrasen la maquinaria del progreso.” Y envió 2000 serafines de su ejército y otras fuerzas de seguridad y torturaron hasta la muerte a los pobladores de los bosques que se oponían a su determinación.
Y al otro día vio Dios que era bueno explotar una mina a cielo abierto en la reserva forestal de Botaderos, y otorgó concesiones a sus grandes empresas extractivistas, y envió a sus arcángeles armados de armas automáticas para asesinar al ambientalista Juan López, que se oponía a su voluntad.
Y dijo Dios otro día: “Torturemos la tierra y extraigamos todo su carbón. Ampliemos la mina de Tendele, desplacemos a la comunidad de Somkhele de sus tierras ancestrales.” Y envió a cuatro de sus ángeles, pertrechados de armas flamígeras y asesinaron sin piedad a Mama Fikile Ntshangase en su propia morada porque se oponía a sus designios. Y vio Dios que era bueno.
Y otro día vio Dios que de la tierra de Tecata manaba agua en abundancia, agua de transparencia que podía ser nicho de negocio. Y dijo Dios para sí: “Acaparemos los acuíferos que a nadie generan beneficio.” Y desvió las aguas y entregó los pozos a sus empresas de bebidas refrescantes. Y envió a sus querubines de la muerte que asesinaron a Óscar Eyrand Adams por defender los derechos del agua del pueblo kumiai y oponerse a sus propósitos.
Y vio Dios al otro día que era bueno talar los bosques de la Región de los Ríos para sacar rentabilidad de su madera y se presentó a Julia Chuñil y le dijo: «Ya’po, Julia, ya los tengo a todos comprados. Faltai tú no más». Y como Julia Chuñil se opusiera a su voluntad, envió a sus serafines secretos y la desaparecieron sin piedad junto a su perro Cholito.
Y cuando vio Dios que en el Paraíso ya solo quedaban en pie el Árbol de la Vida y el Árbol del Bien y del Mal, con soberbia y determinación tomó una motosierra y los taló de raíz. Y bendijo Dios este día y lo santificó. Y se echó a descansar en el desierto.
7
Seguros el Paraíso
Rebajas el Paraíso
Sauna el Paraíso
Sala de torturas el Paraíso
Tanatorio el Paraíso
Camisas de fuerza el Paraíso
Cayucos el Paraíso
Pisos turísticos el Paraíso
Hostias en vinagre el Paraíso
Desahucios el Paraíso
Drones el Paraíso
Paraíso con dos puertas, difícil de guardar
8
Dice Rebecca Solnit que en las peores catástrofes
la gente parece despertar de un largo letargo,
que entre las ruinas y el dolor
brota una forma de ser natural,
habitualmente oculta y no satisfecha.
Donde antes había desconfianza
surge entonces el altruismo,
donde antes había individualismo
renace el deseo de colaborar, de sentir con los otros,
donde primaba el interés propio
se lucha ahora por el bienestar común,
allí donde había resignación
hay ahora valentía
y momentos extrañamente, luminosamente alegres.
Un Paraíso en el Infierno.
Necesitaremos, sin duda, un gran desastre
para dejar de equivocar nuestro camino,
que se subleven los océanos y las aguas nos lleguen hasta el cuello,
que los bosques ardan sin remedio
y el aire envenenado abrase nuestros pulmones,
que nos arrastren los huracanes,
que se abra la tierra y se trague nuestra barbarie.
¿Habrá entonces tiempo para reconocernos como humanos
y salvarnos?
¿Habrá tiempo entonces para construir un algo diferente
que no sea otra vez
otro infierno en el infierno?
9
Bien sabía lo que hacía
el que inventó el Paraíso:
para él la Tierra entera,
para nosotros los signos.
Si tiene muros y guardias
ni es Paraíso ni es nada,
es la cárcel donde el miedo
encierra a sus alimañas.
10
Yo eché los dientes en el Paraíso
La serpiente no sabía que estaba en el Paraíso…, ni el manzano tampoco
El Paraíso son los cuñados
El Paraíso es la IA
Amazon se lo lleva al Paraíso
El Paraíso y los siete enanitos
Paraíso o muerte
¿Por qué hay tanta niebla en el Paraíso?
Auschwitz es la puerta al Paraíso
Espérame en el Paraíso, vida mía
El Paraíso para quien lo trabaja
Oveja que bala, Paraíso que pierde
Y ojo
Si vas al Paraíso, llévate una rebequita, por si refresca
Amalia García Fuertes y Conrado Santamaría Bastida. Julio, 2025.
Imagen: Giovanni di Paolo. La creación del mundo y la expulsión del Paraíso, 1445.
_(Italian,_Udine_1487%E2%80%931564_Rome)_-_The_Creation_of_the_World_and_the_Expulsion_from_Paradise_-_Google_Art_Project.jpg)
Dicen, afirman, sostienen y defienden cual dogma de fe, que el paraíso es una inabarcable cifra de metastásicos ceros situados a la derecha de dios y alojada en una nube situada sobre un templo en la calle Muro de Nueva York.
ResponderEliminarSalud!
El gran paraíso de los parásitos. Salud, Juan!
EliminarPara iso non vimos aquí
ResponderEliminarPara iso mismo lo escribimos, Juan José. Salud!
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