Luces fugaces
vagando en las tinieblas
de un mundo muerto.
Amalia García Fuertes. Todavía no somos piedras. Ediciones Cimarrón, 2024.
Imagen: Pentti Sammallahti. Kihti, Finlandia, 1976.
Luces fugaces
vagando en las tinieblas
de un mundo muerto.
Amalia García Fuertes. Todavía no somos piedras. Ediciones Cimarrón, 2024.
Imagen: Pentti Sammallahti. Kihti, Finlandia, 1976.
Por fin un crítico sagaz reveló
(ya sabía yo que iban a descubrirlo)
que en mis cuentos soy parcial
y tangencialmente me exhorta
a que asuma la neutralidad
como cualquier intelectual que se respete
creo que tiene razón
soy parcial
de esto no cabe duda
más aún yo diría que un parcial irrescatable
caso perdido en fin
ya que por más esfuerzos que haga
nunca podré llegar a ser neutral
en varios países de este continente
especialistas destacados
han hecho lo posible y lo imposible
por curarme de la parcialidad
por ejemplo en la biblioteca nacional de mi país
ordenaron el expurgo parcial
de mis libros parciales
en argentina me dieron cuarenta y ocho horas
(y si no me mataban) para que me fuera
con mi parcialidad a cuestas
por último en perú incomunicaron mi parcialidad
y a mí me deportaron
de haber sido neutral
no habría necesitado
esas terapias intensivas
pero qué voy a hacerle
soy parcial
incurablemente parcial
y aunque pueda sonar un poco extraño
totalmente
parcial
ya sé
eso significa que no podré aspirar
a tantísimos honores y reputaciones
y preces y dignidades
que el mundo reserva para los intelectuales
que se respeten
es decir para los neutrales
con un agravante
como cada vez hay menos neutrales
las distinciones se reparten
entre poquísimos
después de todo y a partir
de mis confesadas limitaciones
debo reconocer que a esos pocos neutrales
les tengo cierta admiración
o mejor les reservo cierto asombro
ya que en realidad se precisa un temple de acero
para mantenerse neutral ante episodios como
girón
tlatelolco
trelew
pando
la moneda
es claro que uno
y quizá sea esto lo que quería decirme el crítico
podría ser parcial en la vida privada
y neutral en las bellas letras
digamos indignarse contra pinochet
durante el insomnio
y escribir cuentos diurnos
sobre la atlántida
no es mala idea
y claro
tiene la ventaja
de que por un lado
uno tiene conflictos de conciencia
y eso siempre representa
un buen nutrimiento para el arte
y por otro no deja flancos para que le vapulee
la prensa burguesa y/o neutral
no es mala idea
pero
ya me veo descubriendo o imaginando
en el continente sumergido
la existencia de oprimidos y opresores
parciales y neutrales
torturados y verdugos
o sea la misma pelotera
cuba sí yanquis no
de los continentes no sumergidos
de manera que
como parece que no tengo remedio
y estoy definitivamente perdido
para la fructuosa neutralidad
lo más probable es que siga escribiendo
cuentos no neutrales
y poemas y ensayos y canciones y novelas
no neutrales
pero advierto que será así
aunque no traten de torturas y cárceles
u otros tópicos que al parecer
resultan insoportables a los neutros
será así aunque traten de mariposas y nubes
y duendes y pescaditos
Mario Benedetti. Cotidianas, 1978-1979. En Antología poética. Alianza, 2008.
Imagen: Cayetano Ferrández. daños colaterales (collateral damage), the gray man series, 2021.
Nació el año de la revuelta de las piedras
y lo primero que vio
Fadi Abu Salá
fue cómo le quitaban la tierra.
Luego le quitaron sus piernas
durante un bombardeo israelí,
pero Fadi salió de entre los escombros
y siguió lanzando piedras
desde su silla de ruedas.
Hoy le han quitado la vida.
-Cuida de los niños, le dijo a su mujer
antes de acudir a la manifestación.
Entre los botes de humo, Fadi
lanza una última piedra desde las alambradas
y una bala explosiva le revienta el pecho.
Intifada,
conmoverse,
ser sacudido,
hacer temblar,
mientras queden
piedras.
Antonio Orihuela. Lavar carbón. Amargord, 2019.
Imagen: Fadi Abu Salah
Y vuelves, Salvochea,
un día y otro día de este otoño
tan ocre castellano,
a formar sin tardanza
tu círculo de luz en las tinieblas.
Con tu conciencia a cuestas, tu entusiasmo
de fe en los compañeros
tan lejos de sus casas, mientras duelen
aún las cicatrices,
las suyas y las tuyas,
mientras rugen cañones al extremo
del mundo que desgarran
la carne en carne viva,
tú señalas, resuelto,
este cielo a la mano que entona la meseta.
Entre órbitas limpias que la razón tamiza
y pálpitos de estrellas que estremecen,
entre las maravillas celestes de Camilo,
“¡Hay que expropiar!”,
les dices, Salvochea,
“¡hay que expropiar la tierra, compañeros!,
¡sus olores de lluvia amanecida!,
¡la sazón de sus frutos!,
¡el arrullo del viento sobre el granar del trigo!
¡Hay que expropiar la mar
y su incesante
vaivén irreparable!
¡Hay que expropiar la luz
que nos iguala,
el bien que nos guarece!
¡Hay que expropiar, hermanos,
la palabra!,
¡que florezca
su inmediato sentido verdadero!
¡Hay que expropiar las leyes de los astros,
que son al fin las leyes de los hombres!”
Y ya se alza la luna
iluminando
el cerro del Castillo y el relente,
los surcos y las rejas que nutren las semillas.
E voltas, Salvochea,
um dia e outro dia deste outono
tão ocre castelhano,
a formar sem atrasos
o teu círculo de luz nas trevas.
Com a tua consciência às costas, o teu entusiasmo
de fé nos companheiros
tão distantes das suas casas, enquanto doem
ainda as cicatrizes,
as suas e as tuas,
enquanto rugem canhões ao extremo
do mundo que desgarram
a carne em carne viva,
tu assinalas, determinado,
este céu à mão que entoa a meseta.
Entre órbitas limpas que a razão depura
e palpites de estrelas que estremecem,
entre as maravilhas celestes de Camilo,
“Há que expropriar!”,
diz-lhes, Salvochea,
“há que expropriar a terra, companheiros!,
os seus cheiros de chuva amanhecida!,
a sazonalidade dos seus frutos!,
o murmúrio do vento sobre a espiga do trigo!
Há que expropriar o mar
e o seu incessante
vai-vem irreparável!
Há que expropriar a luz
que nos iguala,
o bem que nos ampara!
Há que expropriar, irmãos,
a palavra!,
que floresça
o seu imediato e verdadeiro sentido!
Há que expropriar as leis dos astros,
que são afinal as leis dos homens!”
E já se levanta a lua
iluminando
o outeiro do Castelo e o relento,
os sulcos e as relhas que nutrem as sementes.
Conrado Santamaría Bastida. De vivos es nuestro juego, 2015. En Y no cejar / E nâo recuar. Antología (2011-2021). Traducción Carlos d`Abreu. Caraba Ibérica, 2022.
Imagen: Amalia García Fuertes