domingo, 3 de agosto de 2025

poema1.


 

si los perros ladran será porque el pi

desaconseja la subida

salarial

 

con el pa /

pe /

po /

pu

sestean

 

ahorros de ladridos

cinturón de corrupción

desabrochado

 

 

¿

volverán las huelgas generales

a sembrar utopías en los campos

de adoquines cementados

de las conciencias

?

 

 

Eladio Orta. En Poesía y Paraíso. Voces del Extremo 2025. VV. AA. ACSAL Ediciones, 2025.

Imagen: Igor Posner

sábado, 2 de agosto de 2025

[¿rendirnos?]


 

¿rendirnos?

 

nunca

 

ni siquiera

ante las evidencias

 

 

Ferran Fernández. Metanoia. El Desvelo Ediciones, 2024.

Imagen: Gilbert Garcin

viernes, 1 de agosto de 2025

El paraíso era esto


 

Para Manuel y Dolores,

es un decir.

 

 

 

ALIENTO

 

El paraíso es aquí, ahora,

si comenzáramos a celebrarlo

seríamos invencibles.

 

Antonio Orihuela

 

1

 

Bienvenidos y bienvenidas al Paraíso

Al Paraíso terrenal

Al Paraíso celestial

Al Paraíso interior

Al Paraíso exterior

A los Paraísos fiscales

A los Paraísos artificiales

A los Paraísos naturales

A los Paraísos torrefactos

A los Paraísos no binarios

Paraíso veo, Paraíso quiero.

 

2

 

¿En qué momento nos perdimos, Anteo,

en qué momento nos dejamos arrastrar hacia lo alto,

en qué encrucijada optamos por el camino de las sombras,

por una promesa de días que no terminan,

por hacer de la persecución de fantasmas

nuestro destino?

 

Todos se equivocaron, los grandes pensadores,

con sus dualismos antagónicos,

sus mundos de ideas espectrales,

con sus elucubraciones sin cuerpo

y su anhelo de fuga,

empecinado y absurdo,

de la Tierra.

 

Bajemos de nuevo al barro, Anteo,

dejemos otra vez que la Tierra nos envuelva,

que nos tizne y acaricie,

que reanime nuestra fuerza con su aliento.

Recuperemos el camino y volvamos

a nuestra casa, para vivir sosegadamente

junto al Árbol de la Vida,

al cobijo y al cuidado de su savia y de sus ramas,

arraigando nuestros deseos,

sin agotar la pródiga y humilde maravilla de sus frutos.

 

Es tarde, y no queda más remedio.

 

3

 

La poesía es el Paraíso

El Paraíso es la infancia

El Futuro es el Paraíso

El gallinero también es el Paraíso

La democracia es el Paraíso

El gordo de la lotería es el Paraíso

El cazón en adobo es el Paraíso

El metaverso es el Paraíso

El fentanilo es el Paraíso

El Paraíso es el rearme

El que no va al Paraíso es porque no quiere

Y si vas al Paraíso, pregunta por la Dolores

 

4

 

Llora, palo de lluvia,

llórame el llanto

del agua

que dejó de llover,

que se fue con el viento

que se fue con las nubes.

 

Llórame el llanto de los cantos

en los cauces sedientos,

en las fuentes de polvo,

el llanto cascado de las costas secas.

 

Llora, palo de lluvia,

llórame el llanto de la savia de piedra,

de los yermos sin pájaros,

del desierto sin tiempo.

 

Llora, palo de lluvia,

llórame,

llórame el llanto de mis ojos huecos.

 

5

 

El Paraíso y el Yo

El Paraíso y el principio de incertidumbre

El Paraíso en sí y para sí

El Paraíso y la perspectiva caballera

El Paraíso y las coquinas

¿Hay abuelos chuchos en el Paraíso?

¿Hay zombis en el Paraíso?

¿Tienen Paraíso los pangolines?

¿Va la clase obrera al Paraíso?

¿Quién ha plantado este mojón en el Paraíso?

¿Qué tiene el Paraíso que no tenga mi novio?

 

6

 

Y un día vio Dios que era bueno construir una presa hidroeléctrica en el río Gualcarque, y adjudicó concesiones a sus grandes empresas energéticas, y envío a sus querubines armados de armas de fuego para asesinar a Berta Cáceres que se oponía a sus designios.

Y otro día dijo Dios: “Allá en Indonesia se encuentra la tierra de los nómadas del bosque. Talemos los árboles que apenas producen beneficios y cultivemos la palma para producir biocombustibles que engrasen la maquinaria del progreso.” Y envió 2000 serafines de su ejército y otras fuerzas de seguridad y torturaron hasta la muerte a los pobladores de los bosques que se oponían a su determinación.

Y al otro día vio Dios que era bueno explotar una mina a cielo abierto en la reserva forestal de Botaderos, y otorgó concesiones a sus grandes empresas extractivistas, y envió a sus arcángeles armados de armas automáticas para asesinar al ambientalista Juan López, que se oponía a su voluntad.

Y dijo Dios otro día: “Torturemos la tierra y extraigamos todo su carbón. Ampliemos la mina de Tendele, desplacemos a la comunidad de Somkhele de sus tierras ancestrales.” Y envió a cuatro de sus ángeles, pertrechados de armas flamígeras y asesinaron sin piedad a Mama Fikile Ntshangase en su propia morada porque se oponía a sus designios. Y vio Dios que era bueno.

Y otro día vio Dios que de la tierra de Tecata manaba agua en abundancia, agua de transparencia que podía ser nicho de negocio. Y dijo Dios para sí: “Acaparemos los acuíferos que a nadie generan beneficio.” Y desvió las aguas y entregó los pozos a sus empresas de bebidas refrescantes. Y envió a sus querubines de la muerte que asesinaron a Óscar Eyrand Adams por defender los derechos del agua del pueblo kumiai y oponerse a sus propósitos.

Y vio Dios al otro día que era bueno talar los bosques de la Región de los Ríos para sacar rentabilidad de su madera y se presentó a Julia Chuñil y le dijo: «Ya’po, Julia, ya los tengo a todos comprados. Faltai tú no más». Y como Julia Chuñil se opusiera a su voluntad, envió a sus serafines secretos y la desaparecieron sin piedad junto a su perro Cholito.

Y cuando vio Dios que en el Paraíso ya solo quedaban en pie el Árbol de la Vida  y el Árbol del Bien y del Mal, con soberbia y determinación tomó una motosierra y los taló de raíz. Y bendijo Dios este día y lo santificó. Y se echó a descansar en el desierto.

 

7

 

Seguros el Paraíso

Rebajas el Paraíso

Sauna el Paraíso

Sala de torturas el Paraíso

Tanatorio el Paraíso

Camisas de fuerza el Paraíso

Cayucos el Paraíso

Pisos turísticos el Paraíso

Hostias en vinagre el Paraíso

Desahucios el Paraíso

Drones el Paraíso

Paraíso con dos puertas, difícil de guardar

 

8

 

Dice Rebecca Solnit que en las peores catástrofes

la gente parece despertar de un largo letargo,

que entre las ruinas y el dolor

brota una forma de ser natural,

habitualmente oculta y no satisfecha.

 

Donde antes había desconfianza

surge entonces el altruismo,

donde antes había individualismo

renace el deseo de colaborar, de sentir con los otros,

donde primaba el interés propio

se lucha ahora por el bienestar común,

allí donde había resignación

hay ahora valentía

y momentos extrañamente, luminosamente alegres.

Un Paraíso en el Infierno.

 

Necesitaremos, sin duda, un gran desastre

para dejar de equivocar nuestro camino,

que se subleven los océanos y las aguas nos lleguen hasta el cuello,

que los bosques ardan sin remedio

y el aire envenenado abrase nuestros pulmones,

que nos arrastren los huracanes,

que se abra la tierra y se trague nuestra barbarie.

 

¿Habrá entonces tiempo para reconocernos como humanos

y salvarnos?

¿Habrá tiempo entonces para construir un algo diferente

que no sea otra vez

otro infierno en el infierno?

 

9

 

Bien sabía lo que hacía

el que inventó el Paraíso:

para él la Tierra entera,                             

para nosotros los signos.

 

 

Si tiene muros y guardias

ni es Paraíso ni es nada,

es la cárcel donde el miedo

encierra a sus alimañas.

 

10

 

Yo eché los dientes en el Paraíso

La serpiente no sabía que estaba en el Paraíso…, ni el manzano tampoco

El Paraíso son los cuñados

El Paraíso es la IA

Amazon se lo lleva al Paraíso

El Paraíso y los siete enanitos

Paraíso o muerte

¿Por qué hay tanta niebla en el Paraíso?

Auschwitz es la puerta al Paraíso

Espérame en el Paraíso, vida mía

El Paraíso para quien lo trabaja

Oveja que bala, Paraíso que pierde

Y ojo

Si vas al Paraíso, llévate una rebequita, por si refresca

 

 

Amalia García Fuertes y Conrado Santamaría Bastida. Julio, 2025.

Imagen: Giovanni di Paolo. La creación del mundo y la expulsión del Paraíso, 1445.