domingo, 9 de marzo de 2025

[Antero me miró largo rato.]


 

Antero me miró largo rato. Sus lunares tenían como brillo. Sus ojos negrísimos se hundían en mí.

–Yo, hermano, si los indios se levantaran, los iría matando, fácil –dijo.

–¡No te entiendo, Antero! –le contesté, espantado–. ¿Y lo que has dicho que llorabas?

–Lloraba. ¿Quién no? Pero a los indios hay que sujetarlos bien. Tú no puedes entender, porque no eres dueño.

 

José María Arguedas. Los ríos profundos, 1958. Alianza Editorial, 1992.

Imagen: Martín Chambi

No hay comentarios:

Publicar un comentario