El César puso un impuesto más
para felicidad de su pueblo.
Los carniceros suben la carne
para pagarlo; los ganaderos
suben el ganado para pagarlo;
sólo el pueblo tiene que arrodillarse
para pagarlo, porque toda la carne
y el ganado, los ganaderos y los carniceros
son del César, menos el pueblo.
Ernesto Mejía Sánchez. En Poesía social y revolucionaria del Siglo XX. Selección y notas: Jorge Brega. Editorial Ágora, 2012.
Imagen: César Álvarez Dumont. El guerrillero, 1886.
Qué pasada de escritor. Qué precisión.
ResponderEliminarNo estás aquí y sin embargo permaneces, Ernesto Mejía Sánchez,
Caminas por el cuarto saboreándote ausente...
Él mismo
Aunque he leído poco de él, lo que he leído confirma plenamente tu diagnóstico. Salud!
Eliminar