Esta es el hambre. Un animal
todo colmillo y ojo.
Nadie lo engaña ni distrae.
No se harta en una mesa.
No se contenta
con un almuerzo o una cena.
Anuncia siempre sangre.
Ruge como león, aprieta como boa,
piensa como persona.
El ejemplar que aquí se ofrece
fue cazado en la India (Suburbios de Bombay),
pero existe en estado más o menos salvaje
en otras muchas partes.
No acercarse.
Nicolás Guillén. El gran Zoo, 1967. En Poesía social y revolucionaria del Siglo XX. Selección y notas: Jorge Brega.
Imagen: Käthe Kollwitz. Hambre, 1922.

Qué gran poema de Guillén. La imagen sola se describe. Y pensar que da igual el tiempo que transcurra, ese "animal" sigue clavando los colmillos en tantas partes y avanza.
ResponderEliminarGracias por todo lo que compartes, Conrado.
Hasta pronto.
Pues debemos trabajar para que ese “animal” no siga sembrando la desolación. Salud!
Eliminar