jueves, 4 de septiembre de 2025

[Trabajé el aire,]


 

Trabajé el aire,

se lo entregué al viento:

voló, se deshizo,

se volvió silencio.

 

Por el ancho mar,

por los altos cielos,

trabajé la nada,

realicé el esfuerzo,

perforé la luz,

ahondé el misterio.

 

Para nada, ahora,

para nada, luego:

humo son mis obras,

ceniza mis hechos.

 

… y mi corazón

que se quede en ellos.

 

 

Ángel González. Sin esperanza, con convencimiento, 1961. En 101 + 19 = 120 poemas. Selección: Ángel González. Prólogo: Luis García Montero. Visor, 2000.

Imagen: Kikuji Kawada

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