A Yara
Vienen los torturadores con sus haces de muerte.
El cuerpo derribado bajo el golpe metódico
de estos hijos del pus y de la noche
más libre es que nosotros.
Los torturadores son ángeles del orden.
Comemos orden
(con sus haces de muerte)
castrados finalmente como especie.
Comemos orden.
Nunca
naceremos.
José Ángel Valente. Treinta
y siete fragmentos, 1971.
En Punto cero. Poesía 1953-1979. Seix
Barral, 1980.
Imagen:
Ramon Casas. La càrrega, 1899.
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